martes, 18 de octubre de 2011

ALFABETISMO EN EL SIGLO XXI


“Debemos preparar a la
juventud para vivir en un mundo
de imágenes, palabras y sonidos poderosos”
UNESCO, 1982




Desde cuando se inició el registro de la historia, se ha entendido el concepto de “alfabetismo” como la habilidad de interpretar los “garabatos” que aparecen en una hoja de papel como letras, que cuando se ponen juntas, forman palabras que comunican un significado. Enseñar a los jóvenes a unir palabras para entender (y, a la vez, expresar) ideas más complejas, se convirtió en una de las principales metas de la educación a medida que ésta fue evolucionando a través de los siglos. 

Actualmente, la información del mundo que nos rodea nos llega no solamente en palabras escritas sobre papel sino, cada vez con mayor frecuencia, mediante imágenes y sonidos poderosos provenientes de nuestra cultura multimediática. Aunque los mensajes de los medios de comunicación parecen ciertos o inequívocos, en realidad, hacen uso de un “lenguaje” audiovisual complejo que tiene sus propias reglas (gramática) y que se puede usar para expresar conceptos e ideas sobre el mundo, en múltiples capas o niveles. En un principio, todo esto no parece obvio; y ¡las imágenes pasan muy rápido! Para quenuestros niños y niñas puedan navegar exitosamente sus vidas a través de esta cultura multimedial, necesitan tener fluidez para la “lectura” y “la escritura” del lenguaje de las imágenes y los sonidos, de la misma manera como hasta ahora les hemos enseñado a “leer” y a “escribir” el lenguaje de la comunicación impresa.
En los últimos 40 años, el campo del Alfabetismo en Medios ha surgido en la educación con el objeto de organizar y promover la importancia que tiene enseñar esta noción ampliada de “alfabetismo”. En el centro mismo de ella, se encuentran las habilidades de pensamiento crítico de orden superior, por ejemplo: saber cómo identificar conceptos claves, cómo establecer conexiones entre una multitud de ideas, cómo formular preguntas pertinentes, elaborar respuestas e identificar falacias, entre otros, que conforman el verdadero cimiento tanto de la libertad intelectual como del ejercicio pleno de la ciudadanía dentro de una sociedad democrática.

Efectivamente, en estos tiempos en que los candidatos se eligen por un comercial de 30 segundos y las guerras se trasmiten por televisión en tiempo real, el papel primordial del Alfabetismo en Medios, consiste en preparar a la ciudadaníapara que pueda participar y contribuir en el debate público.

El concepto de “texto” como tal se expande también, para incluir no solo textos escritos sino todo tipo de mensajes (verbales, auditivos o visuales, o ¡la unión de todos ellos!) que se utilizan entre los seres humanos para crear y luego transmitir y recibir ideas.

NUEVAS FORMAS DE APRENDER

Esta explosión de información plantea un reto muy grande al mundo de la educación formal. Durante siglos, la escolaridad se ha diseñado para asegurar que el estudiantado aprende hechos acerca del mundo (que debe demostrar que sabe contestando correctamente preguntas de exámenes o pruebas). Pero este sistema se vuelve inapropiado cuando los hechos de mayor actualidad están al alcance de toda la ciudadanía cuando se oprime un botón. Lo que los estudiantes realmente necesitan hoy en día es aprender a encontrar lo que necesitan saber, cuando lo necesitan saber y desarrollar las capacidades intelectuales de orden superior que les permitan analizar y evaluar si la información que han encontrado es útil para lo que requieren saber.

¿Cómo van a enfrentarse a esto las Instituciones Educativas (IE)? En primer lugar, las IE y las aulas de clase deben transformarse de sitios en los que se almacenan conocimientos a sitios más parecidos a tiendas de campaña que pueden moverse con facilidad y que ofrecen a los estudiantes tanto abrigo como sitios de reunión mientras éstos van a explorar, a preguntar, a experimentar, a ¡ descubrir !

En segundo lugar, citando a Paulo Freire, el gran educador Brasilero, la educación debe diferenciarse de la “Banca”. Ya no es necesario que los docentes depositen información en la cabeza de sus estudiantes. Retomando los principios de la pedagogía democrática que se remontan a Sócrates, el maestro sensato se da cuenta de que él no tiene que actuar como “Letrado en el Estrado”, sino más bien como “Guía en la vía” [1]: alentando.... guiando.... aconsejando.... apoyando el proceso de aprendizaje. Las aulas de clase creativas de hoy son aquéllas en las que todas las personas están aprendiendo, incluso el mismo docente. 

En tercer lugar, el currículo, las clases y las actividades, deben diseñarse de manera que comprometan a los estudiantes tanto en la solución de problemas como en la realización de descubrimientos. Además, la cultura mediática actual, que incluye texto impreso pero que no se restringe a éste, ofrece recursos casi ilimitados para realizar aprendizajes del mundo real, desde identificar “puntos de vista” explorando cómo los diferentes ángulos de la cámara influencian nuestra percepción del sujeto fotografiado, hasta determinar si la información contenida en un sitio Web es legítima o falsa.

La transformación de nuestra cultura, de una Era Industrial a una Era de Información, constituye la razón de ser de este nuevo alfabetismo que, acoplado con una nueva forma de aprender, es crítica en el Siglo XXI. Este nuevo tipo de alfabetismo se enuncia en el Conjunto de herramientas de CML para alfabetismo en medios  (CML MediaLit Kit (R)) Un marco de referencia para aprender y enseñar en la era mediática.


Publicado en Eduteka. Alfabetismo en el S. XXI

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