Una niña de seis años, RUBY BRIDGES, fue capaz de acabar con la segregación en las escuelas elementales en el estado de Louisiana. |
Estamos leyendo sobre Ruby Bridges, una niña negra que a los seis años fue la primera que, por orden federal, asistió a un cole no segregado (todos los días la esperaban los padres de los niños blancos para insultarla, al tiempo que no dejaban a sus hijos ir al cole. A la niña la protegían agentes del FBI, ya que la policía local, el sheriff del condado y la policía estatal se negaban a protegerla). Ella aguantó días y días y días sin contestar a la turba, pero un día se frenó delante de ellos y empezó a mover los labios. La profesora, viéndola desde el cole, vio cómo estuvieron a punto de lincharla, pero ella permanecía quieta, mirándoles y susurrando. Cuando la maestra habló con ella y le preguntó qué les había dicho, Ruby dijo que nada. La profesora le dijo que la había visto mover los labios y entonces ella le dijo que estaba rezando por ellos. Le pedía a Jesús que los perdonara, que no eran conscientes del mal que hacían. La niña siempre rezaba por sus agresores antes de encaminarse hacia la escuela, y ese día se había olvidado.
Después de un mes algunos padres blancos empezaron a mandar a sus niños al cole y acabaron por romper el bloqueo. Una niña de seis años, RUBY BRIDGES, fue capaz de acabar con la segregación en las escuelas elementales en el estado de Louisiana. Ella vive en Nueva Orleáns y tiene una fundación que trabaja por la igualdad de oportunidades en educación.
Después de un mes algunos padres blancos empezaron a mandar a sus niños al cole y acabaron por romper el bloqueo. Una niña de seis años, RUBY BRIDGES, fue capaz de acabar con la segregación en las escuelas elementales en el estado de Louisiana. Ella vive en Nueva Orleáns y tiene una fundación que trabaja por la igualdad de oportunidades en educación.
Hablamos mucho sobre esta niña Magdalena, otros maestros y yo: cuando decimos de los adolescentes o de los niños que son muy pequeños para ciertas cosas, que ya habrá tiempo, que cuando sean mayores,... pensamos en esos padres que metieron a su hija en semejante batalla (en vez de protegerla paternalistamente y mandarla a la escuela segregada), y en la niña que aguantó sin llorar delante de los agresores, consciente, CON SÓLO SEIS AÑOS, de lo que se estaba jugando ella y el mundo con su resistencia ante la agresión. ¿Cómo educamos a nuestros hijos y jóvenes? ¿Puede ser que al sobreprotegerlos les impidamos ser como esta niña? Lo pensamos mucho pensando en nuestros hijos y alumnos.
Autor: Jorge Bandín y Magdalena Pérez- Fecha: 2011-10-25
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