Escrito desde Colombia. Desconocemos el autor. Lo planteado,sin embargo, merece reflexionarse desde otras latitudes. Es además una reflexión breve y clara. Va directamente al grano. Puede serles de interés.
Lograr la permanencia de los niños dentro del sistema educativo es una de las metas que se ha propuesto la Revolución Educativa. Sin embargo, este propósito está amenazado por dos problemas: la repetición y la deserción escolar.
Diversos factores contribuyen a que se presenten altos índices en la medición de estas dos variables. Entre los más importantes se encuentran la atomización en la oferta (instituciones que no ofrecen el ciclo completo), que obliga a los niños a cambiar de institución al término de cada ciclo escolar y a tener que adaptarse a modelos educativos diferentes, lo que dificulta su tránsito a lo largo del sistema; las dificultades socio-económicas; la falta de motivación de los niños para permanecer en las instituciones al no encontrar intereses afines entre lo que reciben y lo que esperan en cuanto a contenidos y a su propio contexto, y las restricciones en la disponibilidad de cupos disponibles.
La combinación de estos problemas se ve reflejada en las cifras de deserción y repetición del país. Una proyección basada en las tasas de eficiencia interna del año 2000, indica que de cada 1.000 niños que inician primaria, sólo 403 de ellos completarían el ciclo educativo en decimoprimero grado.
Los índices de deserción escolar difieren considerablemente entre las instituciones oficiales y no oficiales. Al analizar la información de matrícula consolidada por nivel educativo, se observa que mientras en las instituciones educativas privadas el número de estudiantes que cursa decimoprimero grado representa el 60% de los que iniciaron primer grado, en el sector público ese porcentaje desciende al 22%.
Sin embargo, las cifras más preocupantes de deserción escolar las encontramos en las zonas rurales, pues del total de niños matriculados para iniciar el ciclo en primaria, sólo el 5% de ellos llega hasta el grado undécimo; en el sector urbano la cifra es del 46%.
Si se mira la evolución reciente de las cifras de permanencia de los alumnos en el sistema educativo, se observa un avance significativo que, sin embargo, es aún insuficiente. Los datos obtenidos durante la década comprendida entre los años 1990 y 2000 muestran que para el sector urbano, el 32% de los colombianos entre los 20 y los 29 años completaban su formación hasta el grado noveno, mientras que en el 2000 esta proporción se había incrementado hasta alcanzar el 60%. En el sector rural las cifras fueron de 10% en el 90 y de 22% en el 2000.
Nuestros esfuerzos para reducir la repitencia y la deserción escolar y lograr que los niños permanezcan en las instituciones educativas se han encaminado hacia el desarrollo de cuatro estrategias básicas:
1. Integrar “instituciones educativas” que estén en capacidad de ofrecer todo el ciclo básico. Esta estrategia contribuye a asegurar la continuidad y el flujo de los estudiantes a través de los niveles de preescolar, básica, secundaria y media. Si una sola institución se encarga de asegurar el ciclo educativo desde el grado 0 al grado undécimo, reduciremos los problemas de obtención de cupos y abriremos mayores espacios en torno a la consistencia de los programas de calidad educativa.
2. Diseño de los Planes de Mejoramiento y al fortalecimiento de las instituciones educativas en los frentes de gestión de recursos y de tipo pedagógico, para lograr que los estudiantes alcancen mayores niveles de logro. A partir de los resultados de las evaluaciones, todas las instituciones educativas deberán proponer y formular Planes de Mejoramiento, lo que les permitirá definir nuevas metas, corregir sus deficiencias, reforzar sus fortalezas, mejorar sus estrategias pedagógicas y aumentar las tasas de promoción con buenos niveles de calidad.
3. Motivar a los niños por el acceso al conocimiento, por el desarrollo de la capacidad crítica y el pensamiento propio alrededor de sus propias realidades y de sus proyectos de vida, y generar vínculos constructivos con su institución, sus maestros y sus comunidades.
4. Flexibilidad de los modelos educativos que se implementan, que deben ser capaces de adaptarse a las necesidades de los niños y a las especificidades de cada región del país.
Nuestro objetivo es lograr establecer para el sistema una dinámica tal que cada una de las soluciones encontradas a los problemas, dé paso a una mejoría en toda la cadena educativa.
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