Tom Marfo, presidente de la Christian Aid and Resources Foundation, organización que lucha por la erradicación del tráfico de personas, señaló que España es «puerta» de entrada de la prostitución en Europa. Mientras, Save The Children denunció ayer «con rotundidad» que España es un país de «tránsito y destino», no sólo de la prostitución de adultos, sino también de niños. Yolanda Román, la responsable de Incidencia Política de la ONG, manifestó que los dos principales perfiles son «niños y niñas que suelen provenir del África subsahariana, principalmente de Nigeria, que luego son transportados hasta el norte de África y, de ahí, a España, aunque también provienen de Rumanía y Bulgaria», explicó. En cuanto al abanico de edades, «los casos detectados están entre los 14 y los 17 años. Pero los hay incluso más jóvenes».
Desde el Ministerio del Interior señalaron que, durante 2009, fueron detectados los casos de 13 chicas menores de edad que eran obligadas a ejercer la prostitución. «Las cifras del Ministerio no reflejan la realidad», responden desde Save The Children. De hecho, hay asociaciones dedicadas a combatir la prostitución que atienden cientos de casos al año. Así, Yolanda Román solicitó a las autoridades «un esfuerzo para conocer las cifras reales». «Hace falta voluntad, porque es un problema invisibilizado», añadió.
«Los proxenetas consiguen pasaportes españoles a las prostitutas, y luego las transfieren a otros países europeos, principalmente escandinavos», afirma Tom Marfo. “Las autoridades miran el DNI y piensan que son turistas», Y añade: «Las autoridades españolas deberían estar entrenadas para evitar» las actividades de los proxenetas.
Ayer se produjeron las primeras reacciones a la votación del martes en el Congreso, en la que se aprobó la petición al Gobierno de medidas contra la publicación de anuncios de sexo en los medios de comunicación. La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) considera esta apuesta «insuficiente».
«La muerte de una persona es una tragedia; las de millones son sólo estadísticas». Con esta frase Tom Marfo resume el escaso compromiso social para luchar contra la prostitución. Ante preguntas de periodistas sobre las actuaciones de Gobiernos, policías , etc. respondió:
“Los Gobiernos no están comprometidos lo suficiente. Un informe de las Naciones Unidas, se demostraba que es seis veces más fácil ser condenado por robo que por tráfico de personas. Hablamos del crimen más espantoso contra la humanidad. Un genocidio contra los más vulnerables: mujeres y niños. Rescatarlas no requiere una sofisticada infraestructura. Los proxenetas están siempre con ellas.
En un encuentro en Pamplona hablé con la Policía y decían que estas chicas no querían hablar ¿Qué cooperación esperan cuando el proxeneta le dice que si habla le volará la cabeza? Si para lograr pruebas hay que esperar a que las chicas cooperen, les están dando ventaja. Ellas nunca les traicionarán.
En España, hace años, una chica rumana fue lo suficientemente valiente como para denunciar a su «chulo». Éste fue sentenciado, pero ordenó desde la cárcel a su banda que la mataran. Fue asesinada delante de su hija.
Viajo por todo el mundo y es escalofriante: la sociedad es muy ignorante. Los medios de comunicación tienen mucha responsabilidad. Algunos incluso promueven la prostitución en determinados anuncios. Si los medios dedicaran informativos especiales, la sociedad sería más consciente. Los políticos no están interesados en acabar con la esclavitud: no tienen interés estratégico en las víctimas. Son pobres, débiles, vulnerables y vienen de países muy lejanos. No tienen identidad.
El aborto es un daño colateral. Ningún «chulo» quiere a una embarazada. El aborto es automático. No se suele llevar a través de médicos; llaman a gente para que lo practique. Algunas chicas sangran mucho y, sólo si la situación es crítica, las mandan al hospital. Los órganos reproductores quedan totalmente destruidos. No me he topado con ninguna que no haya abortado. Algunas pueden abortar dos o tres veces al año. Una niña de nueve años ucraniana fue secuestrada en un parque y trasladada a Alemania, donde se convirtió en una esclava sexual. Con 14 años había abortado tres veces. Después se suicidó.
Según Tom Marfo son 27 millones de personas con las que se trafica en el mundo. “ Se usan tres términos para referirse al problema: tráfico de seres humanos, tráfico de personas o esclavitud moderna. Las dos primeras están equivocadas. Hablamos de esclavitud pura y dura. No hay otra palabra”
Autor: J.V.Echagüe.- Fecha: 2010-12-07
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