viernes, 17 de diciembre de 2010

LA EDUCACIÓN DE LA CREATIVIDAD




Sir Ken Robinson, experto que preconiza un sistema educativo que enseñe a innovar


"La creatividad se aprende igual que se aprende a leer"



LLUÍS AMIGUET - 03/11/2010

Tengo 60 años: irrelevantes cuando eres capaz de crear como un niño, y todos somos capaces si queremos. Nací en un barrio humilde de Liverpool, como los Beatles, creativos sin escuela. No soy buen gregario, así que no tengo partido, pero sí política. Colaboro con el Foro HSM

Un día visitando un cole vi a una niña de seis años concentradísima dibujando. Le pregunté: "¿Qué dibujas?". Y me contestó: "La cara de Dios".

¡. ..!

"Nadie sabe cómo es", observé. "Mejor - dijo ella sin dejar de dibujar-,ahora lo sabrán".


Todo niño es un artista.

Porque todo niño cree ciegamente en su propio talento. La razón es que no tienen ningún miedo a equivocarse... Hasta que el sistema les va enseñando poco a poco que el error existe y que deben avergonzarse de él.

Los niños también se equivocan. 

Si compara el dibujo de esa niña con la Capilla Sixtina, desde luego que sí, pero si la deja dibujar a Dios a su manera, esa niña seguirá intentándolo. El único error en un colegio es penalizar el riesgo creativo.


Los exámenes hacen exactamente eso.

No estoy en contra de los exámenes, pero sí de convertirlos en el centro del sistema educativo y a las notas en su única finalidad. La niña que dibujaba nos dio una lección: si no estás preparado para equivocarte, nunca acertarás, sólo copiarás. No serás original.


¿Se puede medir la inteligencia?


La pregunta no es cuánta inteligencia, sino qué clase de inteligencia tienes. La educación debería ayudarnos a todos a encontrar la nuestra y no limitarse a encauzarnos hacia el mismo tipo de talento.


¿Cuál es ese tipo de talento? 


Nuestro sistema educativo fue concebido para satisfacer las necesidades de la industrialización: talento sólo para ser mano de obra disciplinada con preparación técnica jerarquizada en distintos grados y funcionarios para servir al Estado moderno.


La mano de obra aún es necesaria.


¡Pero la industrialización ya no existe! Estamos en otro modo de producción con otros requerimientos, otras jerarquías. Ya no necesitamos millones de obreros y técnicos con idénticas aptitudes, pero nuestro sistema los sigue formando. Así aumenta el paro.


Pero se nos repite: ¡innovación! 


La piden los mismos que la penalizan en sus organizaciones, universidades y colegios. Hemos estigmatizado el riesgo y el error y, en cambio, incentivamos la pasividad, el conformismo y la repetición


No hay nada más pasivo que una clase.


¿Es usted profesor, verdad? Las clases son pasivas porque los incentivos para estar calladito y tomar apuntes que repetirá son mayores que los de arriesgarse a participar y tal vez meter la pata. Así que, tras 20 años de educación en cinco niveles que consisten en formarnos para unas fábricas y oficinas que ya no existen, nadie es innovador.


¿Cuáles son las consecuencias?


Que la mayoría de los ciudadanos malgastan su vida haciendo cosas que no les interesan realmente, pero que creen que deben hacer para ser productivos y aceptados. Sólo una pequeña minoría es feliz con su trabajo, y suelen ser quienes desafiaron la imposición de mediocridad del sistema.


Tipos con suerte...


Son quienes se negaron a asumir el gran error anticreativo: creer que sólo unos pocos superdotados tienen talento.


"Sé humilde: acepta que no te tocó".


¡Falso! ¡Todos somos superdotados en algo! Se trata de descubrir en qué. Esa debería ser la principal función de la educación. Hoy, en cambio, está enfocada a clonar estudiantes. Y debería hacer lo contrario: descubrir qué es único en cada uno de ellos.


¿La creatividad no viene en los genes?


Es puro método. Se aprende a ser creativo como se aprende a leer. Se puede aprender creatividad incluso después de que el sistema nos la haya hecho desaprender.


Por ejemplo... 

Soy de Liverpool y conozco el instituto donde recibieron clases de música mi amigo sir Paul McCartney y George Harrison... ¡Dios mío! ¡Ese profesor de música tenía en su clase al 50 por ciento de los Beatles!


Y... 

Nada. Absolutamente nada. McCartney me ha explicado que el tipo les ponía un disco de música clásica y se iba a fumar al pasillo.


A pesar del colegio, fueron genios.


A Elvis Presley no lo admitieron en el club de canto de su cole porque "desafinaba". A mí, en cambio, un poliomielítico, me admitieron en el consejo del Royal Ballet...


Ahí, sir, acertaron de pleno.


Allí conocí a alguien que había sido un fracaso escolar de ocho años. Incapaz de estar sentada oyendo una explicación.


¿Una niña hiperactiva?


Aún no se había inventado eso, pero ya se habían inventado los psicólogos, así que la llevaron a uno. Y era bueno: habló con ella a solas cinco minutos; le dejó la radio puesta y fue a buscar a la madre a la sala de espera; juntos espiaron lo que hacía la niña sola en el despacho y... ¡estaba bailando!


Pensando con los pies.


Es lo que le dijo el psicólogo a la madre y así empezó una carrera que llevó a esa niña, Gillian Lynne, al Royal Ballet; a fundar su compañía y a crear la coreografía de Cats o El fantasma de la ópera con Lloyd Webber.


Si hubiera hecho caso a sus notas, hoy sería una frustrada.


Sería cualquier cosa, pero mediocre. La educación debe enfocarse a que encontremos nuestro elemento: la zona donde convergen nuestras capacidades y deseos con la realidad. Cuando la alcanzas, la música del universo resuena en ti, una sensación a la que todos estamos llamados.


Ken Robinson: "Hacer una revolución en la educación”

Escrito por Veronica Vera


A comienzos de este año Sir Ken Robinson dio una charla en TED sumamente creativa, entretenida e inspiradora, tal cual su estilo se caracteriza, donde las palabras claves fueron: talento, pasión, sueños, educación y revolución. Al igual que hace un par de años resonaba por todo el mundo sus famosas palabras “La escuela mata a la creatividad”, ahora nos impulsa a “hacer una revolución en la educación”.

Crisis de Recursos Humanos

La humanidad está enfrentando dos grandes crisis: una crisis climática y una crisis de recursos humanos. Nuestros talentos no sólo no son desarrollados en su potencialidad, sino que es aún más grave: muchas personas pasan su vida sin haber descubierto su talento, sin saber para qué son buenos. En vez de disfrutar lo que hacen, simplemente lo soportan o resisten, y sólo esperan a que llegue pronto el fin de semana. Y el sistema educativo es gran responsable de esta “desviación” del talento natural, por eso no necesita una reforma: la educación necesita una revolución.





Desafiar el Orden establecido como “natural”

El gran desafío es innovar en la educación. Pero esto es difícil, porque significa desafiar lo que damos por sentados, lo que siempre hemos creído como correcto, porque hay que desafiar el “sentido común”. Si estamos ante una situación nueva, (como la que estamos) hay que pensar de nuevo y actuar de nuevo. Debemos “desencantarnos” con el orden “natural” de las cosas, para que nuestras ideas, formadas para enfrentar las circunstancias del siglo pasado, se adapten para enfrentar los crecientes y cambiantes desafíos del presente siglo.




La Vida es un Proceso Orgánico

Tenemos que terminar con la idea de “linealidad”, eso de que comienzas en este punto y terminas en ese otro punto, y si haces todo bien, tienes toda tu vida arreglada. Estamos obsesionados con la idea de que entrar a la universidad es lo máximo, y nos olvidamos que NO TODOS necesitan ir al a universidad y/o NO TODOS necesitan ir al mismo tiempo.
La vida no es un proceso lineal, es un proceso orgánico. Vamos creando nuestra vida a medida que exploramos y descubrimos nuestros talentos, ayudados por una serie de circunstancias. Debemos repensar esta concepción única que tenemos de capacidad, talento e inteligencia. Porque la comunidad humana se sustenta en una diversidad de talentos.




Sistema Educativo: pasar de un Modelo Fast-Food a un Modelo Agrícola

Nuestro actual sistema educativo se basa en el modelo Fast-Food: lineal, industrial, conformista, mecánico, estandarizado y que sólo está empobreciendo nuestro espíritu y energías. Necesitamos un modelo no-estandarizado, que se adapte a las circunstancias locales y personales, porque el talento humano es inmensamente diverso. Necesitamos pasar a un modelo agrícola, porque el florecimiento humano es un proceso orgánico, y emulando al agricultor, no se pueden predecir los resultados, sólo se pueden crear las condiciones para que el talento y la pasión y la vida florezcan, eso es educación. La pasión debe ser nuestra guía, hacer lo que amamos, lo que nos llena de energías y entusiasma nuestro espíritu.



El poema, de William Butler Yeats, con el que Sir Robinson termina su charla, es sumamente significativo y conmovedor, y fue un posteo que hice hace un par de semanas, Él desea las telas del cielo, recitado por Harvey Keitel. Me parece oportuno volver a disfrutarlo.




El siguiente es un video promocional (en español) del último libro de Robinson, “The Element”.
El punto donde se encuentra el talento natural y la pasión personal, es el elemento, un estadío en el que trabajamos inspirados, entusiasmados, enamorados. Es un nuevo paradigma, que tiene en cuenta la diversidad de talentos e inteligencias, el poder de la imaginación y creatividad y la importancia de comprometernos con nuestras propias capacidades.




La charla subtitulada en dos videos:

Estas no son traducciones oficiales de TED, las hice para redactar el presente posteo.
Visiten el link de la charla en TED, donde a medida que pasen los días se irá traduciendo a diferentes idiomas.

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