ENTREVISTA REIJO LAUKKANEN EX CONSEJERO DE LA JUNTA DE EDUCACIÓN DE FINLANDIA
En sus manos ha estado el sistema educativo más eficaz del mundo. Ahora explica cuáles son las claves que han llevado a lograr la excelencia.
Reijo Laukkanen ha sido consejero de la Junta de Educación de Finlandia, el país más brillante en materia educativa según los informes internacionales de calidad de los sistemas educativos, como el popular Pisa. Finlandia basa su modelo en un sistema público y gratuito, como el español, pero los resultados de ambos son muy diferentes. En unas jornadas celebradas en la Universidad Europea, en Madrid, ha explicado a EXPANSIÓN las claves del éxito, con dos ejes: la importancia de los profesores y de hacer de la educación una cuestión de Estado al margen de vaivenes políticos.
¿Cuál es el papel de la Junta de Educación de Finlandia?
Se ocupa de la educación preescolar, Primaria, Secundaria, Formación Profesional y educación para adultos. Lo más importante es que es la encargada de diseñar los currículos, los planes de estudios. El Ministerio de Educación es político y el consejo o junta nacional es profesional, para la implantación y la puesta en práctica de las decisiones políticas. Ambos órganos colaboran cuando el ministerio tiene que legislar en materia educativa.
¿Quiénes integran la Junta?
Técnicos que conocen estos temas a fondo y forman parte de los grupos de trabajo junto a los políticos cuando hay que preparar una legislación, tienen un papel muy importante. Para formar parte de esta Junta has de tener experiencia como profesor, algo vital porque así saben de lo que se está hablando. Honestamente, los políticos no saben lo que dicen sobre Educación. Hablan mucho más de lo que saben y muchas veces no conocen muy bien lo que dicen. Por supuesto que necesitamos que se tomen decisiones políticas, pero luego han de ser factibles y prácticas.
La educación, ¿es un tema de Estado en su país?
Cuando hay que hacer cambios sobre Educación se debe abrir un largo debate, basándose en hechos contrastados. Si se hacen las reformas sin contar con los agentes implicados, esa innovación va a ser la ruina. La cultura política en materia de educación tiene que ser de compromisos. Cuando entra un nuevo gobierno ha de tener en cuenta lo que ha hecho el anterior. Creo que para Finlandia ha sido importante que cada Ejecutivo ha seguido la trayectoria del anterior, no ha cambiado sus políticas.
El cambio constante, ¿explica los malos resultados de España?
No es una buena política que cada Ejecutivo cambie las leyes anteriores. Debería haber un gran debate en el país sobre qué se quiere conseguir con la Educación y que después, Gobierno tras Gobierno sigan el mismo camino. Hay que saber qué estrella queremos como guía en el cielo, y seguirla siempre. El gran cambio en Finlandia lo hicimos en la década de los 70 comenzando por la educación básica, la que va desde los 7 a los 16 años de edad –Primaria y Secundaria en España–. Hicimos transformaciones revolucionarias en las universidades y en la formación para adultos, pero lo principal es la básica, porque es el cimiento de todo lo que viene después.
¿Cuáles fueron los pilares de esas reformas de éxito?
Además de incrementar la formación de nuestros profesores, hicimos algo extremadamente importante: que todos los estudiantes siguieran el mismo curso, exigiendo el mismo nivel a todos. Antes teníamos un sistema de grupos paralelos según los resultados de los alumnos. Ahora está prohibido reagruparlos de forma permanente según sus calificaciones, aunque los centros tienen mucha flexibilidad para organizarlos en función de las necesidades de cada situación. En tercer lugar, pusimos en marcha clases de apoyo en el colegio, es decir, costeadas por toda la sociedad, para los alumnos con más dificultades. En otros países las familias tienen que pagar clases particulares fuera de los centros.
¿Y sobre el modelo?
Anteriormente teníamos tres tipos de centros escolares: del Estado, municipales y privados, lo que no hacía muy sólido el sistema. Ahora sólo hay escuelas municipales, aunque existen algunas privadas que deben seguir el mismo sistema educativo y apoyo público. Tienen un modelo semiprivado.
¿Qué peso tiene la Educación en el desarrollo de un país?
La calidad de la Educación es muy importante, como podemos comprobar en los países en vías de desarrollo. Y la calidad se consigue atendiendo al número de profesores de los centros, al de estudiantes por aula, a los materiales y al buen uso del dinero público que se invierte. Todo esto incide en la calidad de la educación de un país y por supuesto en su futuro desarrollo. Creo que de los 12 a los 16 años de edad es el momento crítico, por lo que mi país invertimos más en esa etapa. La curva de gasto en esa fase es muy distinta a la de otros países.
¿Es importante la tecnología?
Lo importante es que los estudiantes aprendan a vivir en este mundo. A veces lo que sucede en las aulas es que saben manejarla mejor que los docentes. Éstos tienen un papel de equilibrio, y tampoco es bueno insistir demasiado en la tecnología. No resuelve todos los problemas de aprendizaje. Necesitamos a los profesores de carne y hueso, porque siguen siendo lo más importante.
¿Es tan necesario fomentar la Formación Profesional (FP) como se dice últimamente?
Es bueno, pero para ello hay que hacerla atractiva para que no todos los padres quieran que sus hijos vayan a la Universidad. Antes en Finlandia pasaba como en España, pero hemos logrado equilibrar casi al 50% de los alumnos de una y otra rama, porque la hemos hecho atractiva: desde FP se pasa a la Universidad
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28.03.2013
Quique Rodríguez
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