martes, 22 de abril de 2014

ERA COMO ENTRAR A OTRO MUNDO




Donny Castillo reveló una realidad en su comunidad: niñas y niños explotados en los basurales. Las fotografías de Donny llamaron la atención de la prensa y el gobierno local.

Donny es un joven hondureño que reveló esta realidad con su cámara fotográfica y subió estas fotos al Concurso Revelando Realidades. Donny nació en Tegucigalpa, Honduras, el 11 de octubre de 1982. A los 7 años empezó a tomar fotos con una cámara Minolta de 35mm, de su padre. Cursó sus estudios de bachiller técnico en mecánica industrial, en el Instituto Técnico Luis Bogran. De allí entró a la universidad para estudiar Ingeniería Civil.


Donny escribió esta reflexión poética sobre sus fotos y nos dice, “Dios actúa de formas misteriosas, no creo que fuera casualidad que apareciera frente a mí el anuncio del concurso, el mismo día que tomé las fotos, no creo que fuera casualidad que dos días después de que envié las fotografías a la alcaldía municipal ellos actuaran rápidamente, no creo que fuera casualidad que todos fijaran sus ojos en mis niños, me considero un instrumento, yo solo soy un siervo, yo solo hice lo que me dictó mi corazón y me considero bendecido por haber podido ayudar.”





“Era Como Entrar a Otro Mundo” por Donny Castillo




Era como entrar a otro mundo
un mundo lejano y de fantasía
donde el sol no brillaba
y de su calor nadie gozaba
parecía la imagen de un planeta distante,
diferente al mío, pero a la vez tan parecido
diferente a todo lo que he visto
contradictorio a todo lo que creí saber
sus habitantes no respiraban aire
era propiedad del humo su aliento
y la basura su alimento



de entre la espesa niebla seres se movían


extrañas formas y siluetas curvadas


alas de aves rapases


susurros, llanto, risas y lamentos


todo entremezclado





sus habitantes eran callados


valientes


pequeños y grandes


tenaces


y sobre todo muy parecidos a mi


y de entre los escombros surgían


haciendo tesoro de lo que otros olvidan





no parecía humano el verlos buscar entre los volcanes,


montañas humeantes de basura


el calor que emanaba de las llamas que se prendían como en un acto de magia


frente a mis ojos y por si solas,


me hacían padecer miedo,


sentía como poco a poco aquel extraño lugar calentaba mis plantas,


casi quemándolas


era increíble ver como aquellos seres


evolucionados para soportar a toda costa aquel ambiente,


caminaban por sobre todo lo que consideramos peligroso, y que por eso alejamos de nosotros;


expertos faquires





caminaban sobre vidrio, clavos, jeringas y acero


su ojos eran tristes y sus miradas desencajadas,


sus manos cubiertas de cicatrices,


sus rodillas de llagas


y sus espaldas cargadas de indiferencia;


recolectaban con fuerza su sustento de la tierra,


cosechando lamentos


después de haber sembrado esperanzas en los equivocados;





no parecía tener fin aquel paisaje


no parecía tener sentido aquel mundo extraño


los débiles eran dejados atrás,


en una acción familiarmente humana,


los más pequeños sufrían mas,


los mas grades sufrían porque lo sabían,





su actuar debajo de la maraña que componía su ambiente natural


les permitía buscar refugio,


algo que les hiciera sentir seguros


algo que los protegiera


sentían miedo en todo momento


y esquivos buscaban apartarse;


lo escuche decir porque esta triste?


ingenuo, temeroso y curioso


no eran seres de otro universo desconocido,


yo no estaba en un planeta extraño,


mi ojos no dieron crédito a la verdad,


frente a mí,


un niño estaba


debajo de toda esa mugre, que me impedía ver su carita


debajo de toda esa tristeza que me impedía ver esperanza


era yo el testigo de aquella escena


y mi lente la evidencia





con bondad me dijo, si quiere latas por ese lado hay muchas, mientras me 

señalaba con su manita del fondo del abismo humeante,


fue un viaje tan corto y a la vez tan largo


parecía que hubiese viajado miles de kilómetros


para atestiguar lo impensable


y presenciar lo inimaginable


pero estaba a solo 5 minutos de mi hogar


el cual, luce como el palacio del mas grande rey desde ese día


y me hace sentir culpable


no hay peso más grande que el que causa la culpa


no hay dolor más grande que el que provoca el abandono


no estaba dispuesto a soportarlo


pude ver a la niña que con deseos entre la basura 

buscaba un libro para ir a la escuela


corrí


e ignorante de como poder ayudar,


trate de solucionar con dinero lo que con justicia de parte de todos,


desde un principio no hubiera pasado


de sus manos y con violencia fueron arrebatado los pocos centavos que le di,


frente a mi tenia a seres humanos abandonados en el abandono


despojados por la miseria sus ropajes


y por la necesidad, despojados de su amor por los niños


los que eran vistos como competencia


los que eran vistos como uno más que nació y punto


como uno más que pasa por ahí se aleja y desaparece entre la bruma


la culpa era más grande


y mi necesidad de compensar el maltrato a la criatura era mil veces mayor


compre y entregue el cuaderno que con entusiasmo buscaba la criatura


y su gesto me dejo sin palabras,


me miro y dijo gracias señor


se volteo y con todo el amor del mundo una a una las hojas en blanco arranco


y repartió entre todos los demás niños sus retazos de ilusión en blanco


uno a uno salían de entre la niebla cada vez más niños


y así como salían de ella volvían a entrar, 

pero esta vez con un poco de alegría de papel


la libreta pronto se quedo deshabita


y no habían en ella trocitos de alegría


la alegría se mudo a otro lado


y encontró su hogar en los labios de aquella niña


que al voltear y verme sonreía


esta vez reanudaba la búsqueda sonriendo


y contaran las historias aquel gesto de esa niña sin nombre


y recordara mi memoria su inquebrantable voluntad


y su gigantesco amor


hace falta no tener nada, para saber lo mucho que podemos dar


hace falta esta solamente dispuesto, para saber cuánto podemos lograr


esa fue mi misión aquel día


destruir pieza a pieza aquel infierno


usando mi mayor arma de destrucción masiva


la mas mortíferamente eficiente arma llamada voluntad


como truenos sonaron las imágenes


eh hicieron escuchar a los sordos


ver a los ciegos


y pensar a los que padecen de olvido


hoy me place informar que de ese planeta ya queda muy poco


aquellos pequeño seres ya no transitan la inmundicia


de sus caritas no he vuelto a saber


y sus nombre no sabré jamás


pero ya no están ahí


liberada esta la carga de mis hombros


enjuagadas las lagrimas de mis ojos


el recuerdo saliente de aquel doloroso encuentro con la realidad


esta siendo ocupado por el recuerdo entrante de saber que pude hacer algo


a todos gracias


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