Más de 124 millones de niños
en edad de cursar estudios básicos
no asistían a la escuela en 2013
Más de 124 millones de menores en edad de cursar estudios básicos no asistían a la escuela en 2013, lo que representa un aumento respecto a los 122 millones de 2011. Así lo declaró a Servimedia Valeria Méndez de Vigo, responsable de Incidencia y de Estudios de la ONG Entreculturas, que este viernes presentó el informe «La Educación en el centro. Clave de desarrollo en la Agenda post 2015». Según este trabajo, en el mundo hay 59 millones de niños en edad de asistir a Primaria que no van a clase y unos 65 millones de adolescentes que no cursan el primer ciclo de Secundaria que les correspondería.
Estas cifras han empeorado desde 2011, cuando el total no alcanzaba los 122 millones. Para Méndez de Vigo, las causas de este incremento son variadas y van desde el crecimiento demográfico a la expansión de los conflictos armados, aunque «también se debe a los recortes en cooperación internacional». «No es casualidad que las mejoras que registramos desde 2000 (entonces había 110 millones de niños sin escolarizar) se hayan frenado con la reducción generalizada de los presupuestos para ayuda al desarrollo», dijo.
El informe también subraya como la falta de acceso a la educación es una cuestión de «equidad», pues la inmensa mayoría de quienes no van a clase pertenecen a comunidades rurales y aisladas, minorías étnicas, países en guerra, tienen alguna discapacidad, son niñas (concentran el 53%), padecen pobreza o son migrantes o refugiados. En esta línea, Valeria Méndez de Vigo destacó el empeoramiento de las cifras en Oriente Medio, pues de tasas cercanas al 100% se ha pasado a una escolarización del 50% en algunas regiones de Siria. África Subsahariana y la zona meridional de Asia concentran gran parte del absentismo escolar infantil.
CONSEJOS
Entre las recomendaciones del informe, Méndez de Vigo se refirió a la necesidad de trabajar en tres ejes fundamentales: acceso, equidad y calidad de la enseñanza. Las dos primeras dimensiones están muy relacionadas, prosiguió, y suponen acabar con las tasas de matrícula que en varios países impiden el acceso de los más pobres a la educación, la construcción de escuelas en zonas rurales y la pacificación de los países en guerra. Asimismo, muchos niños no pueden asistir a clase porque sus escuelas han sido destruidas o por el riesgo físico que corren en el traslado.
En el caso de las niñas, existe además el problema de los matrimonios tempranos, la violencia sexual y la obligación de asumir tareas domésticas. En cuanto a la calidad, Méndez de Vigo subrayó que 250 millones de menores no han adquirido las competencias básicas en Matemáticas y Lectura, pese a haber permanecido cuatro años o más escolarizados. Indicó que esto se debe fundamentalmente a la poca calidad de sus sistemas educativos y a la escasa formación de los docentes. Por todo ello, aconsejó mejorar la formación del profesorado y, como medida clave para avanzar en las tres dimensiones, aumentar la inversión destinada a educación. Ello resulta imprescindible si se quiere que en 2030 «todos los jóvenes tengan acceso a una educación de calidad, inclusiva y universal», concluyó.
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