sábado, 27 de mayo de 2017

El número de niños migrantes que viajan solos es cinco veces mayor que en 2010, según Unicef


Un informe del Fondo de la ONU revela que al menos 300.000 menores no acompañados cruzaron las fronteras de 80 países a lo largo de 2015 y 2016

La falta de vías legales los empuja "cada vez más" a tomar rutas peligrosas, lo que les expone a ser víctimas de explotación y trata, denuncia el organismo

Nueve de cada diez niños navegaron solos a través de la ruta del Mediterráneo central en 2016 y principios de 2017, según el estudio Desalambre 



"Todo lo que él dijo, que nos tratarían bien, que estaríamos seguros, era falso. Era mentira". Mary, de 17 años, huyó de una vida sin expectativas en Nigeria, pero todo se truncó cuando quedó atrapada en Libia durante más de tres meses, en los que fue víctima de abusos sexuales por parte del hombre que se ofreció a ayudarla. "Me dijo que si no dormía con él no me llevaría a Europa. Me violó", relata en un testimonio recopilado por Unicef. "Yo quería escapar, pero no podía. No tenía dinero, ni teléfono. Ni siquiera sabía adónde escapar".

El número de niños que, como Mary, emigran solos se ha disparado en todo el mundo y se ha multiplicado por cinco en los últimos años, según estima el Fondo de la ONU para la Infancia en un informe publicado este jueves.
De acuerdo con el estudio, al menos 300.000 niños migrantes no acompañados se desplazaron entre las fronteras en 80 países a lo largo de 2015 y 2016, frente a los 66.000 que se registraron en 2010 y 2011. Sin embargo, la cantidad de niños no acompañados o separados en tránsito en el mundo es, a juicio de Unicef, "probablemente mucho mayor". 

El organismo revela también que cada vez más menores emprenden rutas "muy peligrosas" para llegar a sus destinos, lo que les expone, a menudo, a contrabandistas y traficantes. "La desconfianza hacia las autoridades y el temor a ser detenidos y deportados impiden que los niños busquen protección y ayuda", sentencia en el informe.

Vías legales como la reunificación familiar o los visados humanitarios, de trabajo y estudio, están, según Unicef, "fuera del alcance de la mayoría". Estos obstáculos no frenan el desplazamiento, "por el contrario, los impulsan a hacerlo clandestinamente", precisa. 

El endurecimiento de las políticas de control de la inmigración y el aumento de la xenofobia no han frenado la llegada de menores a Europa, según se desprende de la investigación. El 92% del total de los niños que llegaron a Italia por mar en 2016 y los primeros meses de 2017, vinieron sin la compañía de un adulto, frente al 75% que cruzó solo la ruta del Mediterráneo central en 2015. Un total de 170.000 menores no acompañados solicitaron asilo en el viejo continente en 2015 y 2016.

Mientras, al otro lado del Atlántico, la guardia fronteriza estadounidense detuvo a 100.000 menores cuando intentaban cruzar desde México. La frontera con EEUU y el Mediterráneo están entre las rutas más peligrosas para los menores, además de la bahía de Bengala en India y el mar de Andamán en Birmania y Tailandia, el Mar Rojo y el Cuerno de África.


Expuestos a la trata y la explotación

En este sentido, el organismo de la ONU reitera que el tráfico ilícito de inmigrantes, que prospera cuando "las oportunidades para desplazarse de manera legal son pocas", está ligado a la explotación y a la trata de seres humanos. Tres cuartas partes de los 1.600 inmigrantes de entre 14 y 19 años que llegaron a Italia en 2016 se vieron obligados a trabajar sin remuneración y permanecieron retenidos en contra de su voluntad.

"Estas cifras son inadmisibles", critica Javier Martos, director ejecutivo de Unicef Comité Español en un comunicado. "Los niños que viajan solos son los más vulnerables: están expuestos a muchos peligros y corren un riesgo mayor de caer en manos de redes de trata de personas y traficantes sin escrúpulos", añade.

Según datos de Europol, el 20% de los contrabandistas tienen vínculos con la trata y el 22% está ligado al narcotráfico. Asimismo, África Subsahariana y la región de Centroamérica y el Caribe tienen las tasas más altas de menores víctimas de trata en todo el mundo, el 64% y el 62% respectivamente.

Por otro lado, Unicef asegura desconocer el número de niños inmigrantes y refugiados retenidos en centros de detención en el mundo, aunque sí estima que al menos un centenar de países llevan a cabo esta "práctica peligrosa" para los menores.

El fondo de la ONU hace público este informe con la intención de que estos datos despierten la atención de los líderes del G7, que se reunirán en Sicilia el 26 y el 27 de mayo. Así, urge a Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido a adoptar un plan de acción para atajar el problema de la migración infantil. "Los países más ricos del mundo deben unirse en favor de la infancia y dejar de ver a los niños como criminales, amenazas o cargas", ha afirmado en una rueda de prensa la directora de Europa y Asia Central de Unicef, Afshan Khan.

Entre sus propuestas, pide que se luche contra el abuso y la explotación de los menores, que se acabe con las detenciones, se les permita la reunificación familiar, se les ofrezcan oportunidades de educación en los países de tránsito y destino, se combata la xenofobia y el racismo y que se aborden las causas que les empujan a emigrar.

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