Los que hemos asistido ya a unas cuantas reformas educativas, necesitamos algo de humor para afrontarlas sin escepticismo. De sobra sabemos que en la práctica educativa no hay nada más inservible y que menos favorezca a los más desfavorecidos que la falta de un proyecto coherente elborado y llevado a cabo con un equipo educativo que no prescinda de la realidad-contexto en el que tenemos que educar y de las familias- primeras, no únicas, responsables de la educación-. Un proyecto que debe tener continuidad y permanencia en el tiempo como todo trabajo que quiera estar bien hecho. Ninguna reforma hecha de "arriba" a "abajo" ha servido nada más que para darle sostén al poder de turno, que no suele ser el político sino el económico. El Estado debiera ser subsidiario y, como mucho, coordinador. Para lo cual la sociedad debe aprender, aprender haciendo, a asumir su deber de responsabilidad y no a dimitir de él.
Vaya, con humor, este vídeo. Y también con amor... a todos los que se esfuerzan día a día por una educación más acorde con la vocación de servicio a los que todos los educadores (y todos lo somos de una u otra manera) estamos llamados.
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