Tiramos un tercio de la comida que producimos

Cerca de un tercio de la comida que producimos va directa a la basura. O lo que es lo mismo, 1.300 millones de toneladas de alimentos se pierden anualmente en el mundo, según ha denunciado la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Tristram Stuart, autor de “Basura: destapando el escándalo global de alimentos” advierte que “con la comida desperdiciada durante un año en el Reino Unido y EE UU se podría sacar de la hambruna a cerca de 1.000 millones de personas que pasan hambre en el mundo”.

La FAO también destaca el malbaratamiento de los consumidores de los países ricos, y afirma que los habitantes de esos países tiran cada año casi la misma cantidad de alimentos (222 millones de toneladas) que el total de los que produce el África Subsahariana (230 millones de toneladas).

 Frutas, hortalizas, raíces y tubérculos son los alimentos con la tasa más alta de desaprovechamiento, según el organismo. Stuart señala que en Reino Unido entre el 20 y el 40% de frutas y hortalizas se desechan, aún siendo perfectamente comestible, incluso antes de llegar a las tiendas, sobre todo porque no se ajustan a los estándares estéticos de los supermercados, excesivamente estrictos. El experto apunta a estas cadenas de supermercados como las grandes responsables del malgasto de comida. Una sola, en Reino Unido, tanto como todo el comercio minorista, a menudo porque el envase está un poco defectuoso o porque no se vende. Un 19% de esos residuos, según un estudio oficial, son de carne, el producto más costoso para el medio ambiente y que más proteínas proporciona. De hecho, sólo los siete hipermercados examinados por Stuart derrochan 367.000 toneladas de alimentos al año.

Cada pan de molde sin corteza que compramos supone tirar millones de kilos de pan a la basura, el mismo cubo sin fondo en el que acaban las manzanas con pequeñas motas, las zanahorias sin la curvatura perfecta, los peces que caen por error en las redes, incluso las vísceras de millones de animales que «no gustan» por razones culturales. Según Stuart, en las factorías se derrocha, pero casi siempre a petición de los distribuidores. Y pone el ejemplo a una cadena que obliga a su productor a tirar 13.000 rebanadas de pan de molde (las cortezas) al día.

  La comida hoy es barata (ha bajado un 47% entre 1961 y 1992) y hay ofertas que invitan a comprar hasta un 50% de alimentos gratis que no se necesitan. En el caso de las personas que viven solas, acaba en la basura hasta un 45% más que en las familias. El Programa de Acción sobre Residuos y Recursos estima que en la basura de los hogares británicos hay 484 millones de yogures sin abrir y 2.600 rebanadas de pan. En total, en este país, 5,4 millones de toneladas de comida acaban en los vertederos, un 25% de lo que compran.

Al llegar las vacaciones, el fenómeno empeora: las neveras se vacían y los vertederos se llenan de comida comestible.

La comida desechada supone una pérdida de los 675 trillones de litros gastados en irrigación, quedaría para un consumo diario e individual de 200 litros por 9.000 millones de personas.

Los españoles tiran el 20% de la comida que compran

. (EUROPA PRESS).- Los españoles desechan cerca de 63 kilos de comida cada año ya que, de media, tiran alrededor del 20% de la comida que compran, lo que supone una pérdida anual de 11.000 millones de euros, según un estudio realizado por Albal en siete países europeos. Así, el informe constata que más del 20% del gasto alimentario en Europa está asociado a alimentos que luego se tiran.

De este porcentaje, más del 50 % se podría haber consumido si se hubieran planificado, conservado y almacenado mejor. Además, aproximadamente el 30% de la comida empaquetada se tira sin ni siquiera haber sido abierta.

El documento revela también que el mayor desperdicio se produce en frutas y verduras frescas, cerca del 50%, seguidas de sobras procedentes de platos cocinados en casa y/o comida rápida.

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