Bajo el lema '¡No a un Mundo de Esclavos y Parados!', se ha alzado la voz ante esta terrible lacra que azota nuestro sistema laboral. Uno de los mayores crímenes políticos y sindicales de la actualidad, con 400 millones de niños esclavos en todo el mundo, y que también causa paro en los países enriquecidos. Paro y Esclavitud Infantil son dos caras de la misma moneda, con las mismas causas y las mismas soluciones, consecuencia ambos de un sistema económico salvaje.
Al tiempo que celebramos este deseo manifiesto de erradicar la esclavitud infantil lamentamos una vez más el silencio de las organizaciones sindicales en este tema y el silencio de las causas políticas que hemos venido denunciando a lo largo de estos 18 años. Es posible que estos silencios tengan mucho que ver con la perpetuación y agrandamiento del problema. Si el 16 de Abril, día en el que se asesina a un niño por denunciar sindicalmente las causas económicas y políticas de esta esclavitud, prescinde de la denuncia de estas causas, traicionaremos y manipularemos una vez más a los que dieron su vida en la lucha política contra esta lacra.
Opinión de este blog:
Vendría bien recordar a las organizaciones no gubernamentales que han asumido este Día Mundial contra la Esclavitud infantil como propio que ocultar las causas políticas, sindicales, económicas de este drama al tiempo que se proponen "proyectos" está muy feo. De acuerdo completamente por tanto con lo que se dice en el texto del comunicado de los que hace 18 años asumieron esta iniciativa con el silencio de todo el mundo.
Como educadores solidarios a lo que aspiramos es a que los propios niños puedan algún día, cuanto antes mejor, asumir (como ya lo han hecho miles de ellos) el protagonismo de sus vidas. Lo que incluye aprender a luchar de forma noviolenta por sus aspiraciones de un mundo que no los esclavice. Ya está bien de mentalidad asistencialista que sólo crea dependencias de "nuestras ideas geniales". Ellos son muy capaces de tenerlas y mejores. Basta empujar en la dirección de su promoción liberadora personal y colectiva.
Y nuestro papel aquí: no estorbar y colaborar con la denuncia en el plano moral, político y sindical, a que sea imposible su explotación, a su total erradicación. Que no es poco. No se puede celebrar el día mundial contra la Esclavitud infantil y no señalar a las empresas que explotan, a los gobiernos que miran para otro lado, a los organismos internacionales que sólo son eficaces cuando tienen que salvar los intereses de los poderosos, a los sindicatos que no dicen ni una palabra de la mayor barbaridad sindical que existe...
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