martes, 26 de noviembre de 2013

Algunas imágenes de la realidad de la infancia

Más de 10 millones de niños viven en la calle en India, lo que supone un 10% de la cifra mundial total. La extrema pobreza, el maltrato o abuso por parte de sus padres o la discriminación por género son las principales causas de este problema. Mantener y asegurar la educación básica de niños y jóvenes es fundamental para evitar que recurran al trabajo callejero para sobrevivir. (Manoj Patil/ActionAid)
Más de 10 millones de niños viven en la calle en India, lo que representa un 10% de la cifra mundial total. La extrema pobreza, el maltrato o abuso por parte de sus padres o la discriminación por género son las principales causas de este problema. Mantener y asegurar la educación básica de niños y jóvenes es fundamental para evitar que recurran al trabajo callejero para sobrevivir. / Manoj Patil/Act
Rabia y su hermano Sidra son pakistaníes. Tienen 8 y 10 años. A pesar de que ambos estudian, deben ayudar en la economía familiar y por eso trabajan en la fabricación de materiales de construcción. Sin zapatos, sin acceso a un baño, sin agua potable y sin tener un descanso. Sólo comen una vez al día. (Umar Farooq/ActionAid)Rabia y su hermano Sidra son pakistaníes. Tienen 8 y 10 años. A pesar de que ambos estudian, deben ayudar en la economía familiar y por eso trabajan en la fabricación de materiales de construcción. Sin zapatos, sin acceso a un baño, sin agua potable y sin tener un descanso. Sólo comen una vez al día. / Umar Farooq/ActionAid
Estrella y Soledad tienen leucemia y reciben tratamiento en el hospital de Oaxaca (México). Sus familias viven en comunidades rurales a varias horas de distancia. Antes, cuando viajaban al hospital, sus padres se veían obligados a dormir a la interperie, debido a la falta de recursos económicos. Ahora, se alojan en el centro AMANC, que les ofrece un lugar donde descansar y la manutención durante los días que sus hijas están internadas. (Salva Campillo/AEA).
Estrella y Soledad tienen leucemia y reciben tratamiento en el hospital de Oaxaca (México). Sus familias viven en comunidades rurales a varias horas de distancia. Antes, sus padres se veían obligados a dormir a la intemperie, debido a la falta de recursos económicos para costearse un hostal. Ahora, se alojan en el centro AMANC, que les ofrece un lugar donde descansar y la manutención durante los días que sus hijas están internadas. / Salva Campillo/AEA
Paulina Flores fue madre a los 13 años. El padre de su hijo, de 17 años, ha migrado a Chile, desde donde le envía algo de dinero, cuando puede. Ella vive con sus padres en Pampaspunta (Bolivia). El 18 por ciento de las adolescentes entre 15 y 18 años ya ha sido madre en ese país, según los datos de Naciones Unidas. Se registran 88 nacimientos por cada 1.000 mujeres adolescentes. (Salva Campillo/AEA).
Paulina Flores fue madre a los 13 años. El padre de su hijo, de 17, ha migrado a Chile, desde donde le envía dinero de vez en cuando para su manutención. Ella vive con sus padres en Pampaspunta (Bolivia). El 18 por ciento de las jóvenes de entre 15 y 18 años ya han sido madres en ese país. Se registran 88 nacimientos por cada 1.000 adolescentes. / Salva Campillo/AEA
Pacurita es un pequeño municipio a pocos kilómetros de Quibdó, la capital del Chocó colombiano. Es uno de los lugares donde más llueve del mundo, pero sus habitantes no tienen acceso a agua potable. Beben, lavan y cocinan con la que recogen en el río, contaminada por la maquinaria de extracción del oro de las minas que hay unos kilómetros más arriba. Los más afectados por esta situación son los niños, que a menudo sufren enfermedades derivadas del consumo de agua sucia y contaminada. (Salva Campillo/AEA).
Pacurita es un pequeño municipio a pocos kilómetros de Quibdó, la capital del Chocó colombiano. Es uno de los lugares del mundo donde más llueve, pero sus habitantes no tienen acceso al agua potable. Beben, lavan y cocinan con la que recogen en el río, contaminada por la maquinaria de las extracciones de oro que hay unos kilómetros más arriba. Los más afectados por esta situación son los niños, que a menudo sufren enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada. / Salva Campillo/AEA
En muchas zonas del mundo, como esta del distrito de Garba Tulla, en Kenia, las niñas se ven obligadas a pasar horas recogiendo leña para las tareas domésticas. En el país, trabaja el 26% de la población infantil. (Piers Benatar/Panos Pictures/ActionAid)
En muchas zonas del mundo, como esta del distrito de Garba Tulla, en Kenia, las niñas se ven obligadas a pasar horas recogiendo leña para las tareas domésticas. En el país, trabaja el 26% de la población infantil. / Piers Benatar/Panos Pictures
Nelida Llaveta tiene once años. En la foto, le explica al médico que desde hace unos días no puede caminar debido a un intenso dolor de rodillas. En Bolivia, la cobertura sanitaria es solo para menores de cinco años. El seguro de salud estudiantil garantiza la atención a todos los niños y niñas de 5 a 19 años de la comunidad de Sopachuy. (Salva Campillo/AEA).
Nelida Llaveta tiene once años. Acude al médico porque desde hace unos días no puede caminar debido a un intenso dolor de rodillas. En Bolivia, la cobertura sanitaria es sólo para menores de cinco años. El seguro de salud estudiantil garantiza la atención a todos los niños y niñas de 5 a 19 años de las comunidades de Alcalá, Sopachuy y El Villar. / Salva Campillo/AEA
Gift tiene 5 años y vive en Malaui. Uno de cada nueve niños muere antes de cumplir cinco años en África subsahariana. La diarrea, la malaria y la neumonía causan más de la mitad de las muertes infantiles en esta parte del mundo. En 2011, casi siete millones de niños menores murieron en el mundo, la mayor parte de enfermedades prevenibles. (Graeme Robertson/ActionAid)
Gift tiene 5 años y vive en Malaui. Uno de cada nueve niños muere en África subsahariana antes de cumplir los cinco años. La diarrea, la malaria y la neumonía causan más de la mitad de las muertes infantiles en esta parte del mundo. En 2011, casi siete millones de niños menores murieron en el mundo; la mayor parte, de enfermedades prevenibles. / Graeme Robertson/ActionAid
Daniel Guaniz (izquierda) tiene 15 años y acaba de retomar sus estudios en la escuela de Conoden, Perú. El año pasado abandonó las clases para trabajar y apoyar la economía familiar. En la escuela, ese es uno de los principales retos: conseguir que adolescentes como él vuelvan a las aulas. (Salva Campillo/AEA).
Daniel Guaniz (a la izquierda) tiene 15 años y acaba de retomar sus estudios en la escuela de Conoden, Perú. El año pasado abandonó las clases para trabajar en el campo y apoyar así la economía familiar. En esta escuela, ese es uno de los principales retos: conseguir que adolescentes como él vuelvan a las aulas. / Salva Campillo/AEA
Sanju tiene nueve años y vive en un hostal de acogida, en Nepal, para poder continuar sus estudios. Su padre murió hace un año y su madre se esfuerza por mantener a la familia. Antes de vivir en el hostal, Sanju cuidaba de su hermano pequeño y se encargaba de las tareas de la casa, ahora sigue ayudando a su madre y alimentando a sus animales cuando vuelve a su hogar. (Kishor K. Sharma/ActionAid)
Sanju tiene nueve años y vive en un hostal de acogida, en Nepal, para poder continuar sus estudios. Su padre murió hace un año y su madre se esfuerza por mantener a la familia. Antes de vivir en el hostal, Sanju cuidaba de su hermano pequeño y se encargaba de las tareas de la casa; ahora sigue ayudando a su madre y alimentando a sus animales cuando vuelve a su hogar. / Kishor K. Sharma/ActionAid

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