miércoles, 29 de enero de 2014

Una niña de 8 años se pone a trabajar contra la esclavitud infantil



Le conmovió una fotografía y ahora ella mueve a muchos. Sé que esta entrada tiene el tono de las historias americanas de héroes individuales esforzados por cambiar el mundo que al final tienen éxito y reconocimiento. Lo sé. Sin embargo quiero hacer la siguiente lectura del hecho: con 8 años ya hay capacidad de actuar seriamente... Y la pregunta que debemos hacernos para que ésto no sea una excepción es: ¿qué ha hecho posible esta sensibilidad y qué factores son capaces de tocar los resortes más profundos de nuestra conciencia y mantener la constancia de la voluntad?. Mi tentación fue la misma que la de muchos de vosotros cuando leáis la historia, descalificarla. Pero uno va aprendiendo a aprender...hasta de lo que no nos acaba de gustar mucho. 

La pequeña Vivienne Harr y su constancia en la venta de limonada han sido un ejemplo para muchos

La estadounidense Vivienne Harr quería «abolir la esclavitud de los niños» y su puesto en Doc Edgar Park se ha convertido en un lugar tan famoso que ha recogido un millón de dólares en un año. «Servir es la cosa más hermosa del mundo».

Vivienne Harr es una niña estadounidense de 8 años, llena de vida y de energía, que ha recogido un millón de dólares en un año vendiendo limonadas. 

Habéis entendido bien, un millón de dólares, y no es sorprendente que se haya convertido en una celebridad en Estados Unidos. 

Todo empezó cuando su madre, conmovida, le hizo ver una fotografía de dos hermanos nepalíes, obligados a trabajar como esclavos y que, dándose la mano, transportaban piedras: «Me dije a mí misma: “Quiero ayudarles y el único modo que conozco para recoger dinero es vender limonada», ha contado Vivienne a la Nbc.

La niña quería recoger 100.000 dólares «pero nunca habría pensado que llegaría tan lejos».

Limonada contra la esclavitud
La ha premiado, además de su corazón de niña, la constancia. Vivienne no ha montado su puesto en Doc Edgar Park durante algunos días, semanas o meses: ha vendido limonadas un año entero. 



A los 52 días envió este tuit al periodista del New York Times, Nicholas Kristof: «Hola, soy una niña de 8 años y estoy vendiendo limonada contra la esclavitud cada día hasta que llegue a los 100.000 dólares».

Kristof retuiteó. Y al poco tiempo, sus seguidores se han convertido primero en centenares, luego en miles de ellos. La fama de su puesto creció increíblemente, como también la venta de limonada. 

El día 173 el alcalde de Nueva York le permitió llevar su puesto a Times Square, donde consiguió el objetivo de 100.000 dólares que se había propuesto.

Y no se dio por satisfecha

Pero cuando sus padres le dijeron que ahora podía considerarse satisfecha, ella respondió:«¿Es que acaso ha acabado la esclavitud de los niños?». 

El padre, estupefacto, le ha respondido claramente que no. 

Y ella: «Bien, por tanto tampoco yo he acabado».



Vivienne continuó hasta el día 365 y cuando llegó al millón de dólares, con la ayuda de sus padres, transformó la limonada artesanal en un producto que ahora se vende en 165 tiendas del país.

La felicidad está en servir

De la venta de limonada, Vivienne ha aprendido algo: «Pensaba que lo máximo de la vida era otra cosa, en cambio estoy feliz de poder servir, de ayudar. Es lo más hermoso del mundo».














No hay comentarios:

Publicar un comentario