viernes, 18 de septiembre de 2015

Rafael Yuste, ideólogo del Proyecto BRAIN: “El gran desafío de la ciencia es crear el mapa del cerebro humano”

Rafael Yuste es Neurobiólogo. Ideólogo del Proyecto BRAIN. Tratamos de introducir entradas que nos ayuden a comprender la línea de las investigaciones que necesariamente van a influir en la educación. La neurociencia, de dónde se deriva la neuroeducación, es una de las corrientes a las que venimos siguiendo la pista. Los objetivos del proyecto BRAIN del que aquí se habla ya están en el punto de mira de empresas como Google. Es decir, ya buscan la manera de rentabilizarse para el mercado. ¿Podremos "rentabilizarlas" para la promoción de los más excluidos del mercado?

Entresacado de El País.

Siendo neurocientífico, que Rafael Yuste admire a Santiago Ramón y Cajal desde su adolescencia puede sonar a tópico. Sin embargo, la lectura de “Los tónicos de la voluntad: reglas y consejos sobre investigación científica” del Nobel Aragonés, que su padre le regaló a los 14 años, marcó la vocación de uno de los creadores del proyecto BRAIN (Investigación del Cerebro a través del Avance de Neurotecnologías Innovadoras). Si sólo el nombre ya resulta complejo, sus objetivos lo son aun más. Porque lo que pretenden conseguir el grupo de científicos entre los que se encuentra el español afincado en Estados Unidos es, según palabras de Barack Obama (quien asumió como propio el proyecto) “obtener una fotografía dinámica del funcionamiento de nuestro cerebro para entender mejor cómo pensamos, cómo aprendemos y cómo recordamos”.

BRAIN tiene unas dimensiones acordes con sus objetivos: involucra a laboratorios de muchos países, requiere cientos de millones de euros para poder ser financiado y la dedicación de un buen número de investigadores de distintas disciplinas. El fin último de BRAIN es mapear la actividad del cerebro, lo que permitirá desarrollar técnicas para alterar la actividad de circuitos neuronales y, de esa manera, corregir los defectos que provocan las enfermedades mentales entre otras utilidades.

Los gigantes de la tecnología siguen con mucho interés los avances del Proyecto BRAIN. ¿Y porqué habría de interesarle a una empresa como Google, por ejemplo, la neurobiología? Rafael Yuste lo tiene muy claro: porque incluso los algoritmos utilizados por el mejor buscador del mundo son primitivos comparados con nuestro cerebro. Entender cómo pensamos sería un paso de gigante (y tal vez definitivo) para el desarrollo de la inteligencia artificial. Y aunque mentar estos avances produce vértigo y miedos en muchos, el científico español es un firme defensor del progreso: “La tecnología en lugar de limitarnos y atemorizarnos nos hará más libres. Será como un nuevo humanismo”.

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