Cómo desarrollar el pensamiento crítico en nuestros/as hijos e hijas
¿Qué tipo de pensador o pensadora es su hijo o hija? ¿Se cree todo lo que ve en la tele? ¿Está siempre pensando cómo conseguir las cosas que desea?
¿Se hace constantemente preguntas? ¿Hace siempre lo que dicen sus amistades? Como responsables de su educación podemos ayudarles a desarrollar habilidades para el pensamiento crítico, simplemente marcándoles y enseñándoles claves para pensar.
En la infancia e incluso la adolescencia podemos identificar tres tipos básicos de pensadoras y pensadores:
- Quienes creen que no necesitan pensar porque alguien siempre lo hará por ellos/as. Se creen todo lo que oyen y no cuestionan nada y siempre se dejan llevar por las decisiones de los o las demás. Se acaban convirtiendo en personas que se mueven por inercia, a las que les cuesta tomar decisiones y siempre necesitaran de alguien que decida por ellas. Como consecuencia al llegar a la edad adulta se encontrarán con que no manejan sus propias vidas.
- Por otro lado están quienes piensan únicamente con el objeto de conseguir lo que quieren sin importarles el resto de la gente. Creen lo que les interesa creer en función de sus intereses. Cuestionan a cualquiera que les pida hacer algo que no va encaminado a sus objetivos. Creen que pueden hacer cualquier cosa para conseguir sus objetivos, sin importar el dañar a otros. Este tipo de personas usan el pensamiento para conseguir que otros hagan lo que ellas quieren. Manipulan inteligentemente a adultos y a sus iguales.
- Por último están aquellos o aquellas que creen que el pensar les ayuda a aprender. Saben que no se pueden creer siempre lo que la gente dice o lo que cuentan en la tele o la radio. Tienen motivación para comprender la situación de los o las demás e intentar ponerse en su lugar.
¿Que es el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico engloba una serie de habilidades que nos ayudan a aprender a tomar decisiones. Es la habilidad para evaluar la información y determinar si es correcta. Pensar críticamente sobre un problema significa tener una mente abierta y considerar modos alternativos de buscar soluciones. Conforme los niños y las niñas se adentran en la pre adolescencia y la adolescencia , sus habilidades de pensamiento crítico les ayudaran a hacer juicios independientes.
El pensamiento crítico se caracteriza por:
- No admitir como verdadera una información si no se puede contrastar.
- No admitir conclusiones precipitadas o que producirán daños en los o las demás.
- No admitir dogmas, ideas que no se puedan argumentar o creencias que sean perjudiciales.
- Obligarse a argumentar y a esperar hasta llegar a una conclusión o tomar una decisión que sea responsable y beneficiosa para si mismo/a y los/as demás.
Formas de ayudar a los niños y las niñas a pensar críticamente
Tal vez nos puedan surgir dudas sobre si a edades tempranas somos capaces de desarrollar y utilizar el pensamiento crítico por nosotros/as mismos/as. Pero no podemos olvidar que muchas personas logran desarrollar un pensamiento lógico sin instrucción específica. Y muchos estudios muestran que los y las menores aprenden mejor cuando se les insta a explicar cómo resolverían ellos o ellas un determinado problema. Así, que tal vez se pueden descubrir los principios de la lógica de una manera espontánea compartiendo y debatiendo ideas.
Sin embargo, la manera más efectiva de cultivar habilidades para el pensamiento crítico es enseñarlas de una manera explícita. Los y las estudiantes serán mucho mejores resolviendo problemas si les enseñamos a:
- Analizar analogías
- Crear categorías y clasificar elementos de manera adecuada
- Identificar la información relevante
- Construir y reconocer argumentos deductivos y válidos.
- Comprobar hipótesis.
- Reconocer las falacias comunes del razonamiento.
- Distinguir entre evidencia e interpretación de las evidencias.
Todo lo mencionado se relaciona directamente con la curiosidad, la flexibilidad y el hecho de mantener una mente abierta, y son claves fundamentales para el pensamiento crítico.
Para trabajar y nutrir estas habilidades en casa una herramienta fundamental son las preguntas, debemos hacerles preguntas abiertas, que no tengan una única respuesta correcta, y además debemos hacerlo de una manera espontánea y casual, no como si estuviéramos pasando un cuestionario o haciendo un interrogatorio. Por ejemplo, si nuestros/as pequeños/as tienen como afición el ajedrez, podemos debatir con ellos/as sobre cuáles son las ventajas de jugar cara a cara con alguien en un tablero comparado con jugar en el ordenador (trabajando la capacidad de análisis). También podríamos preguntarles si se les ocurriría algún formato distinto que pudiera sustituir a esos dos que ya existen y cómo sería (capacidad de síntesis).
Si sus hijos/as están interesados en los problemas sociales, anímeles a debatir y pensar sobre ellos. La personalidad y los intereses de los niños y las niñas son la clave para abordar el pensamiento crítico. Si nos resulta complicado el mantener con ellos y ellas este tipo de debates, podemos tomar un camino menos directo pero también muy efectivo: la observación. Observándoles mientras juegan, individualmente o en grupo, podemos determinar los niveles de complejidad que muestran en las distintas actividades, lo que nos permite comprender que habilidades del pensamiento crítico usan y valorar si nuestra intervención para ampliar esos niveles de pensamiento es necesaria.
Para facilitar esta tarea adjuntamos una tabla que recoge tres de las habilidades más relacionadas con el pensamiento crítico (Taxonomía de Bloom), junto con las preguntas a través de las que podemos evaluarlas y desarrollarlas:
Habilidad | Definición | Tipos de preguntas |
Análisis | Capacidad de identificar los elementos, las relaciones y los principios de organización de una situación | ¿Qué relación existe entre…?¿Puedes comparar…? |
Síntesis | Capacidad combinar ideas para formar conclusiones nuevas | ¿Qué solución propondrías para…?¿Qué pasaría si…?¿Cómo mejorarías…? |
Evaluación | Capacidad de emitir un juicio crítico basado en criterios internos o externos | ¿Estás de acuerdo con….? ¿Qué piensas sobre…? ¿Qué es más importante…?Ejemplos concretos:¿Qué periódico muestra más objetividad en las noticias? |
Las personas adultas podemos servir de modelos y hacer muestra del pensamiento crítico comentando con nuestros hijos y nuestras hijas cómo resolvemos determinadas tareas en casa, qué estrategias usamos para decidir que coche comprar o a que supermercado vamos, valorando junto a ellos y ellas como progresamos hacia metas personales, o cómo afrontamos problemas sociales de nuestro entorno. Describir como pensamos y cómo resolvemos problemas es la mejor forma de inculcar patrones de pensamiento en nuestros hijos e hijas.
El proceso de pensamiento así como su singularidad para cada persona debe enfatizarse a través de este tipo de interacciones.
El objetivo final es que los y las jóvenes sean capaces de emplear estrategias de pensamiento crítico en la vida cotidiana de una manera independiente, desarrollando un pensamiento propio y sabiendo tomar perspectiva para resolver los problemas que surjan.
Este nivel de razonamiento es una de las habilidades más valiosas que podemos fomentar en nuestros hijos e hijas para el logro del éxito personal.
Excelente información. Los ciudadanos del futuro necesitan ser formados mas reflexivos.
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