lunes, 26 de septiembre de 2016

ALGUNAS ANOTACIONES SOBRE RESILIENCIA: ¿ES POSIBLE SUPERAR UN TRAUMA? ¿CÓMO?



Resultado de imagen de los patitos feos boris cyrulnikContinuamos con los apuntes. El segundo tema que abordamos: ¿qué es aquello que nos permite salir del trauma? ¿por qué algunos superan los traumas y otros parece que no? 
Es curioso que muchos de los comportamientos que el discurso social considera "negativos" o "a evitar" constituyan las llamas vivas de la resiliencia para aquellos que han sufrido un trauma. Sentirse culpable, odiar, ser agresivo, robar, delinquir,... no resuelven un trauma pero muestran "un hilo", una energía, un impulso vital con el que podemos tejer, remedar, reconstruir una personalidad herida. Porque nos mantienen "vivos" en una situación de "muerte". Tal vez debamos hablar, como ya apuntábamos en la anterior entrada, de la necesidad de afrontar traumas planetarios.

LA RESILIENCIA. ¿ES POSIBLE SUPERAR UN TRAUMA? ¿CÓMO?

La pregunta permanente que nos hacemos ante el trauma es si se puede superar. Pero también la de cómo. Porque resulta que aparentemente con unas mismas experiencias traumáticas unas personas las superan y otras no.

A) PROCESO DE RESILIENCIA

La puesta en marcha del proceso de resiliencia se basa en factores INTERNOS y EXTERNOS. Internos se refieren a mecanismos psíquicos que permiten la reelaboración- transformación del trauma en la psique. Los externos son factores fundamentales que proceden del “medio externo” que permiten ese proceso de reelaboración interno.

Todo proceso de resiliencia tiene TRES ESLABONES:


a.       En el plano personal: la ACEPTACIÓN Y LA ACOGIDA tras la agresión. Por un lado la “aceptación”. Pero esto solo suele ser posible a través de la “acogida”. Se trata del encuentro con una persona significativa que nos permite reanudar el vínculo social después del desgarro sufrido.
b.      En el plano social: LA REPRESENTACIÓN del trauma. El entorno próximo, el de la familia pero también el que constituyen otras instituciones sociales, deben ofrecer al “herido” lugares y posibilidades de expresión, de manifestación, de comunicación del trauma, para poder “comprenderle” y “darle sentido”.
c.       En el plano más institucional: LA SOCIALIZACIÓN. Es el eslabón social y cultural. Es el que permite al “herido” reinsertarse en la sociedad. Normalmente a través de un compromiso- servicio a ella. Un servicio reconocido, valorado. “Transformar un sufrimiento en un hermoso acontecimiento, en algo útil para la sociedad” (pg 139). Esto requiere, frente a la cultura “pasiva” actual (la definimos más adelante), una cultura activa, una cultura que reivindica la persona como sujeto de su propia historia.

B) ACEPTACIÓN Y ACOGIDA. Algunas notas.

a.       El proceso de “aceptación”, que pone en juego los mecanismos internos de la resiliencia, que nacen a través de los vínculos afectivos de protección y de la acogida incondicional de una persona a través de alguna pequeña acción de escucha,  se puede entender muy bien como la última fase de un duelo. Recordamos las fases: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. El trauma no deja de ser una pérdida irreparable, para siempre. O una “herida” que aunque cicatrice siempre dejará una huella, una marca. En definitiva, un “afrontar la muerte”.

b.      En el plano “externo”, la aceptación no puede confundirse con cualquier tipo de ADAPTACIÓN. Aquí tenemos dos cuadros opuestos:
  • ·         La hiperadaptación.  “Una adaptación excesivamente buena no es una prueba de resiliencia . La adaptación es necesaria siempre pero no siempre es un beneficio. Sobre todo cuando esta significa amputación, sumisión, renuncia a ser uno mismo, indiferencia intelectual, glaciación afectiva, desconfianza permanente, seducción del agresor, amoralidad y delincuencia. (pg 141)
  • ·         Esta, por otro lado, puede significar generosidad, intelectualización del compromiso social y, en definitiva, una salida creativa, activa, donde el sujeto toma las riendas de su vida (pg 145)

c.       El proceso de resiliencia debe convertir al agredido, al herido, en SUJETO activo de su propia historia, de su propio destino. Esto quiere decir en SUJETO MORAL RESPONSABLE. Suele haber dos vías para hacer este proceso:
  • ·    La vía de la EMPATÍA, que se suele dar en un proceso de desarrollo moral normalizado.
  • ·    La vía de la CULPABILIDAD (tan denostada hoy).  Cuando el “herido “por un trauma sufre  culpabilidad se da una prueba de que no es un monstruo (pg 147). La culpabilidad pone en marcha una estrategia afectiva particular basada en dos conductas- reacciones  antinómicas: Odio/venganza frente a Amor oblativo de “autosacrificio”; Robo, delincuencia frente a “donación”. “Dar” siempre será, para el que “ha perdido” en parte su conciencia de dignidad, mejor que “recibir”; “hacer” algo, aunque sea a la contra de las normas, mejor que “someterse”.


C) LA REPRESENTACIÓN DEL TRAUMA. EL RELATO

Es el segundo eslabón necesario para superar el trauma. Vamos a aportar algunas notas relacionadas con este proceso.

a.       La importancia de la palabra. El relato oral o por escrito.

·         “A partir del momento en que un niño habla, su mundo se metamorfosea” (pg. 130). La forma de “representación”, reelaboración, del relato es distinta en la etapa preverbal, lógicamente.

·         “El acto de la palabra crea una separación que nos hace existir en calidad de SUJETOS únicos”, nos hace dueños de nuestra historia y nuestro destino (pg 130)

·         Por la PALABRA somos capaces de…
o   Distanciarnos de la realidad. Tomamos la realidad como “objeto”
o   Representar la realidad y, por lo tanto, interpretarla. Dimensión subjetiva.
o   Comprender la realidad y darla un sentido
o   Revalorizar/ desvalorizar la propia experiencia o estima. Es un acto de socialización en si mismo.

·         Este relato de la palabra es un auténtico proceso de recomposición de la experiencia, de reelaboración personal de la misma. Tiene una serie de características en las personas que han tenido un trauma:
o   Su urgencia. Es urgente realizarlo aunque su elaboración pueda tardar muchos años.
o   Su carácter “fantástico”. Se trata de auténticas “quimeras”. Es decir, conteniendo elementos concretos y detallados reales no trata de ser un fiel reflejo de la realidad, hay en el hecho de relatarlos una transformación (pg 152- 139)
o   El acontecimiento en sí (el que da origen al trauma) se recuerda con mucha claridad pero lo que rodea al acontecimiento está rodeado de una “bruma”. Se desdibujan muchos detalles del contexto e incluso se atribuyen acciones a sujetos que no las protagonizaron (pg 156)
o   Se produce por tanto una “modificación de la realidad con el fin de que la realidad monstruosa pueda hacerse soportable”. A esto se le llama “falsificación creadora”. Elementos típicos son la aparición de la víctima como una especia de héroe, o la aparición de actos “generosos”, filantrópicos, en la escena. De esta manera se convierte en socialmente aceptable (pg 158). De este modo el relato se convierte en un “relato heroico”, incluso en un “mito” fundador de la identidad del sujeto que lo ha padecido. Esto, que constituye una legítima defensa, implica a su vez un riesgo de delirio (pg 144)

·         Por último, si la cultura no dispone en torno al “herido” de ninguna posibilidad de expresión, de manifestación de este relato, éste puede desarrollar una “representación” y una “acción” ante lo ocurrido negativa: extremismo intelectual, delincuencia e incluso impulsos psicópáticos. El “herido” permanece prisionero de su pasado (pg 144)

b.      Creatividad. La urgencia creadora.
·         La Palabra no es el único medio. La posibilidad de “representar” o interpretar el acontecimiento traumático se consigue por otras vías:
o   El dibujo. “Basta disponer en torno al herido de unos cuantos papeles y unos lápices” (pg 139)
o   La comedia, el teatro, el sainete. La representación escénica. Incluso los rituales (incluyendo rituales ordálicos) (pg 160)
o   El juego, que puede ser simbólico, pero que aunque no lo sea siempre tendrá un componente simbólico. Los propios relatos fantásticos que acompañan al juego cumplen muy bien esta función.

·         Es suma, todo proceso de representación pide de forma urgente LA CREATIVIDAD.
    •    “El despertar de la creatividad necesita una carencia, un vacío, … que se llena con la creación” (pg 194). Toda brecha tiende a rellenarse. Todo vacío tiende a llenarse (con creación o desesperación). Toda ·”herida” o déficit o debilidad tiende a compensarse. Toda negatividad puede transformarse en objetivo, meta, horizonte social. La creatividad es siempre una lucha contra la “angustia del vacío” (pg 194)

    • ·         La creatividad no puede desarrollarse en una cultura “pasiva”. La cultura pasiva, del rendimiento, del espectador, del espectáculo, del consumo que todo lo convierte en mercancía (incluyendo las acciones creativas), “erradican la imaginación”. La creatividad no es una actividad de ocio (pg 197)

    • ·         La creatividad se desarrolla en una cultura activa. “La creatividad inventa un mundo nuevo para cambiar el mundo que provoca y permite el sufrimiento”. El arte es una herramienta que lucha contra la muerte, contra el vacío, contra la angustia del vacío.

c.       El humor también como forma de representación.

·         “Hay en el humor una intención terapéutica que se parece un poco a la función de la negación: hacer creer a los otros que la cosa no es tan grave para conseguir creer uno mismo que no lo es” (pg 199)

·         El humor “es un mecanismo de defensa situado en el filo de la navaja”. Se opone al rechazo, exige un espectador (que puede ser uno mismo en muchas ocasiones). Tiene muchas ventajas. Pero es también fácil que se vuelva “máscara”, algo histriónico, “estereotipo” e impida de esa manera avanzar en el proceso de “sanación” del trauma (pg 201)

D)      ACTUAR Y COMPRENDER. Comprender y actuar

·         La acción, que es una reacción ante la prueba a la que somete un trauma, sólo ayuda en la medida en que sea coherente. Cuando una “prueba” (de la vida) carece de sentido nuestra acción se vuelve incoherente, puesto que, al no ver con claridad el mundo en el que vivimos, no podemos adaptar a él nuestras conductas (pg 165). “Es necesario pensar (comprender) un desastre (trauma) para conseguir darle algún sentido y es igualmente necesario pasar a la acción afrontándolo (pg 165)

o   Comprender sin actuar condena a la pasividad. Constituye uno de los principales factores de vulnerabilidad que impiden superar un estress postraumático (pg 165)


o   Actuar sin comprender tiene inicialmente un sentido adaptativo. Permite una supervivencia inmediata. Robar, delinquir, mendigar, prostituirse,…en un medio embrutecido, sin leyes, dónde las relaciones se reducen a la fuerza… puede ser un signo de salud en un entorno enfermo pero no acaba siendo un factor de resiliencia porque no da pleno sentido a la acción, no hace la acción humana, moral. 

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