sábado, 3 de septiembre de 2016

Educación para un cambio de Epoca. Reflexiones desde Iberoamérica



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Estas reflexiones sobre Educación, hechas desde iberoamérica, nos han parecido interesantes. Más teniendo en cuenta los numerosos lectores del blog en aquellas tierras. Alvin Toffler, en su "tercera ola", es el referente contextual de las mismas. Pero además está muy pegadas a lo que está ocurriendo en el terreno político-pedagógico de países tan importantes como México. Están todos los temas candentes. El dilema: una educación al servicio del capital o una educación al servicio de la promoción del pueblo. El de siempre. Se podrá o no compartir el diagnóstico. Aquí, como ya saben todos ustedes, pretendemos que el diálogo esté abierto. Sin perder de vista que es la solidaridad con los "descartados" del sistema educativo el tema fundamental de nuestra preocupación.



1ª Parte. 

La educación es la palanca que da impulso al crecimiento y desarrollo de las naciones, en la ruta que se le fije. Sea por gobiernos progresistas, que ajustan sus planes y programas de enseñanza, con la participación de expertos, docentes ante grupo, grupos de investigación de los sindicatos y población interesada; pero también mediante “ukases” provenientes de la cúpula gobernante, que pretende formar a la niñez y la juventud, para atender a los intereses del gran capital, de quien dependen.

Alvin Toffler (recientemente fallecido) habla en prospectiva de una crisis general del sistema, misma que perturba a todos los ámbitos del mismo y a la mayoría los seres humanos que lo constituyen. La precisa como una decadencia de valores reflejada en la vida familiar, social, la política, la cultura, la economía y todas las actividades que realiza el ser humano. Según su parecer, estas manifestaciones de la crisis no son independientes entre sí, ni en su núcleo.

Pretende demostrar (en El sock del futuro y otros libros) que la crisis es parte de un sistema de vida, que le convierte en fenómeno general y más amplio; se trata de un sistema que agoniza. Por ello consideramos que la educación debe tomar rumbos que acompañen a ese cambio y no continúe formando alumnos para una forma de vida que está pronta a ser superada. En la Región Latinoamericana y Caribeña, se insiste, incluso, en un choque continuo con el magisterio y la juventud estudiantil, en el afán de mantener sistemas educativos que son obsoletos, mismos que las organizaciones multilaterales especializadas en el tema –a las que acuden para decidir rutas, autoridades de nuestros países- desechan por inservibles para crear el ser humano del siglo XXI. (Ver: Toffler, Alvin. La tercera ola. Edivisión, México, 1987).

Es indudable que la etapa de la industrialización, en que se requería mano de obra capaz de realizar una sola función miles de veces, está en decadencia en el Planeta. Pero esas empresas transnacionales, están pasando sus líneas de ensamble –que no de producción- a nuestros territorios, con el afán de utilizar la mano de obra que nuestra educación les forma y que nunca podrá asumir posiciones de mando en tales compañías, por más preparación técnica especializada que tenga. Para esas actividades de alta dirigencia están llegando sus especialistas formados en instituciones educativas que atienden al adiestramiento de tecnologías específicas para esas tareas, que están cuasi vedadas en nuestros centros educativos.

Cuando se posee la capacidad para enseñar, en formaciones tecnológicas o universitarias regionales de punta, tienen que ligarse con dichas empresas y lograr, a cuenta gotas, el aprovechamiento de sus alumnos de excelencia. Pero los altos mandos están definitivamente vedados a nuestros jóvenes. Por ello es urgente aplicar empeños para la puesta al día de nuestros sistemas educativos, que atienden, desde la educación básica (inicial, preescolar, primaria y secundaria) pasando por la educación media superior que sufre de una deserción muy amplia y grave, por sus resultados en los ámbitos del sistema social.

La formación de la niñez y adolescencia, es el puntal de una nueva formación superior. El abandono de la enseñanza de la historia y de algunas disciplinas como la ética, deben remediarse pero con un enfoque diferente. La historia para conocer y meditar sobre nuestro pasado, con miras a definir rutas políticas, económicas y sociales, que saquen a nuestros pueblos de acechanzas similares a las que les mantienen en la ignorancia o les hunden en la desesperación por la inconsciente explotación de los recursos naturales de sus tierras, que criminalmente están terminando con la posibilidad de mejores condiciones de vida actual o futura. La ética para que se incorpore en la población y las dirigencias entiendan la necesidad de preservar nuestro hábitat en las condiciones adecuadas para convivir con los demás seres vivos que habitan el Planeta.

La nueva educación deberá responder a la conformación de una civilización revolucionaria, que respete la idiosincrasia de cada pueblo y continente, que enseñe al ser humano, desde la más tierna edad, a pensar, conformar e impulsar el alcance de sus propios sueños que le lleven por rutas de felicidad personal y colectiva. Las antiguas formas de pensar, aún vigentes, los antiguos dogmas e incluso las ideologías, deben recibir adecuaciones para asumir los requerimientos del momento y las necesidades del futuro.

Toffler habla de un mundo moderno, surgiendo de la colisión de nuevos valores y tecnologías; de nuevas relaciones geopolíticas, de nuevas relaciones en la economía, en la técnica, el trabajo, la familia, de nuevos estilos de vida y de modos de comunicación. Por tanto –afirma- se requiere de ideas y conceptos totalmente nuevos, orientados a resolver las situaciones y problemas resultantes del cambio, que afecta –diríamos- a los grupos poderosos de los países, pero de modo especial, acentúa la pobreza y miseria de nuestros pueblos. Para atender a este mundo es que debe enfocarse la educación. Esa debiera ser la ruta de los nuevos sistemas que se discuten, impulsan o insertan en el subcontinente.http://148.206.107.15/biblioteca_digital/capitulos/95-2547tzw.pdf

Desde el siglo pasado (XX), hay un empeño social por la transformación de los sistemas de vida, de manera particular se escenifica en las luchas magisteriales a lo largo y ancho de Latinoamérica y el Caribe. Sindicatos, organizaciones y movimientos sociales de docentes, estudiantes y otros actores socio-educativos, debaten hace años con el Estado, funcionarios políticos y cuadros técnico-administrativos, por diversos aspectos que se relacionan con la educación.

Esta confrontación de ideas se da, tanto en la barricada con en el terreno de la negociación. Se aprecian modalidades tradicionales o nuevas formas de protesta en la disputa de espacios, recursos, símbolos y beneficios públicos y privados para los planteles que obligatoriamente atiende el estado. En la mayoría de los países de la región, tales confrontaciones o negociaciones, tuvieron y tienen lugar en sociedades que viven en economías en crisis, con sistemas educativos debilitados, con una organización central burocratizada, sin financiamiento adecuado y con una estructura administrativa ineficiente.

En la región hay procesos de reformas educativas integrales que, bajo las divisas de “calidad, equidad y eficiencia” desarrolladas en los organismos nacionales y regionales que atienden asuntos educativos, junto a una importante incorporación de recursos públicos, intentan cambiar de raíz la estructura del sistema educativo correspondiente, el currículo de todos los niveles y modalidades educativas, así como la organización y gestión de los sistemas y los establecimientos educativos (la escuela al centro), la cultura organizacional (conformaciones extrañas de la estructura administrativa) y la raigambre de estas instituciones.

La mayor parte de los conflictos que ocurrieron y tienen lugar en el campo educativo latinoamericano, de los 90s del siglo XX a la fecha, se mueven en torno a asuntos específicos del docente, resultado de la precariedad en las condiciones políticas, económicas y financieras de los gobiernos, incapaces para sentarse a negociar respetando reivindicaciones históricas del sector. Estos conflictos docentes tensionan los propósitos –plenos de soberbia en muchos casos- para el cambio de las administraciones políticas de la educación, corroborando situaciones que desvanecen la capacidad obligada de éstas, para asegurar condiciones básicas para una escolaridad adecuada a los tiempos que corren.

Seguramente el ejemplo más reciente de las decisiones cupulares para la Reforma educativa, que chocan con los intereses de diversos actores de la educación, en particular los docentes ante grupo, son las alcanzadas en México (2011-2012) mediante un pacto que está siendo denunciado posteriormente por los mismos grupos y partidos que lo prohijaron. Ver: crisolplural.com/2013/04/09/articulo-3o-constitucional-sus-reformas/ del 1º al 4º Art. de Víctor Manuel Barceló R. 

En la región considerada, los temas en discrepancia mayores, entre docentes y gobiernos, se relacionan con sus condiciones salariales y laborales, el presupuesto para educación, falta o escasez de incentivos y estímulos económicos para el sector, estatutos docentes (convenios colectivos de trabajo que se pretende desaparecer o minimizar) junto a normas que regulan el trabajo en las instituciones educativas, Se consideran de modo especial los asuntos referidos a la capacitación docente y el perfeccionamiento de la escuela, del aula de trabajo para que juntos cumplan con los objetivos de una educación para la vida del alumno y no del sistema que lo educa.

¿Será esta la agenda conveniente para una educación que alcance las competencias que se requieren para afrontar con éxito un mundo como el que soñó Toffler y consideramos urgente para una mayor y mejor convivencia planetaria? 

La educación es la llave para que los pueblos encuentren, mediante las competencias adquiridas por quienes se educan en sus centros educativos -a todos los niveles- caminos para mejores condiciones de vida, en ambientes de paz, libertad, respeto mutuo, convivencia sana, trabajo colaborativo y satisfacción de sus necesidades, mediante una adecuada manipulación de los recursos naturales, que sus territorios poseen.

El encuentro con un proceso general de vida que permita construir una educación de esa naturaleza, apoyada en los avances de la ciencia y la tecnología, que entren al terreno de su desarrollo con miras a resolver los requerimientos reales de nuestros pueblos, implica decisiones consolidadas de pueblos y gobiernos, que aparentan alejarse de la perspectiva actual, pero solo pasan por un momento de acomodo, producto de aconteceres políticos, económicos y sociales que alteran los equilibrios logrados.

De ahí que los problemas educativos vivan una colisión de los órganos de gobierno –cada vez más enconada- con el primer factor del éxito o fracaso de cualquier reforma educativa: el magisterio a su servicio. En esa ruta, se crea la agenda que responde a intereses de una de las partes y, sin consulta previa con la otra, se definen programas, pomposamente llamados Reformas Educativas, a lo largo y ancho del territorio latinoamericano y caribeño. Estas “Reformas” solo ven la parte que interesa resolver a los gobiernos, respecto a las condiciones de los docentes, considerándoles sin razonamientos válidos, como raíz y razón de todos los males educativos.

Esto se vive en diversos países de la Región. Pero ninguno escapa del interés de fuerzas importantes de su organización social, por acercarse a un manejo educativo que sustente y cumpla las condiciones del milenio que corre, atendiendo vertiginosos cambios en tecnología digital (TIC) y ciencias en general, que modifican sistemas de apropiación, manejo y producción de recursos naturales, al antojo de depredadores transnacionales. Ver: crisolplural.com/2012/12/18/lo-virtual-en-la-ensenanza-aprendizaje/ 

Cuestiones importantes, pero parciales, desarticuladas y con efectos negativos a corto plazo para el magisterio, se dedican cambios constitucionales, que desdicen el sentido de la historia de muchos de los países al recibir la afrenta de sus congresos, coludidos con los intereses de la dirigencia en turno –esto se repite con sonoridad en Brasil con el impechment contra la Presidenta Dilma- . Tales gobiernos se aplican en devolver al gran capital transnacional diversos recursos naturales, muchos de ellos rescatados en cruentas luchas o producto de decisiones de pueblos enteros, por manejar la explotación de los mismos, en beneficio de los habitantes que poseen tal patrimonio, primero, después para apuntalar un desarrollo sostenido, que preserve la riqueza para generaciones posteriores.

Aún no se logra construir un proceso educativo que forme para la vida propia y de los pueblos y comunidades en que se aplique. Falta una visión global, holística, que una todos los esfuerzos con ese fin. Es una situación muy compleja que, dada la forma de llegar al poder las fuerzas progresistas de la región, no pueden concretar aún, por la necesidad de atender urgencias en cuanto a miseria y pobreza que asola a sus pobladores.

Desafortunadamente se corrobora, que dejar de lado temas como: la recuperación de la producción agropecuaria, el apoyo a pequeñas y medianas empresas que procesan materias primas locales y, por supuesto, la construcción de un modelo educativo que forme a la niñez y juventud en una vida de relación comunitaria, colaborativa y plena de libertades para escoger el camino que más sirva a los intereses individuales y colectivos de la mayoría de los habitantes, impidió a esos pueblos darse cuenta de los peligros que encerraban las falsas promesas “del lobo con piel de oveja” en que se transforman los grupos de la derecha para retornar al poder.

Fueron los mismos pueblos que apoyaron con su voto a esas fuerzas –en calidad de “rebaño”- forjando gobiernos que hoy destruyen, desde la ley y cerrando programas de apoyo social, lo logrado en uno, dos o tres quinquenios de gobiernos populares.

Tal ocurre, tanto en Argentina como en Brasil y otras naciones, cuyos gobiernos recién electos –Argentina- u obtenidos mediante la colisión de intereses partidarios corruptos –Brasil- retornaron o consolidaron su entrega al redil imperial, representado por el gran capital nacional y transnacional incrustado en su vida económica y política.

Las fuerzas del cambio, en Latinoamérica y el Caribe, están vigentes. Se agrupan, no tanto para el rescate o toma del poder por medio pacíficos, sino para revisar procesos y acordar situaciones que les permitan caminar unidos, en ruta a nuevos y mejores tiempos para los pueblos que voltean a verles en busca de guía y protección, ante la presión de toda índole que ejerce el poder transnacional a través de sus gobiernos títeres.

Toca al magisterio, por lo general, ser la vanguardia en las luchas sociales, sobre todo en países cuyos gobiernos responden a intereses transnacionales y pretenden formar niños y jóvenes listos para ser amanuenses de las empresas que llegan o llegarán del exterior a realizar tareas que, según ellos, latinoamericanos o caribeños no somos capaces de realizar. De allí la problematización que presenta para dichos gobiernos, articular diferentes situaciones relacionadas con la organización y gestión de la tarea que los maestros realizan, para enseñar en instituciones educativas, para lo que debiera existir una política docente integral.

Pero no se busca eso o tal vez lo pretendan por partes, pero en muchas ocasiones inician por las más sensibles, que causan trastornos al maestro ante grupo, que ve peligrar su trabajo o limitarlo y con carga administrativa engorrosa e innecesaria. El fondo es terminar con el sentido social que nos une desde la escuela normal a los maestros, llevándonos por la ruta del cambio que requieren nuestros países y que asusta a quienes no desean que el maestro, docente o profesor, inculque en sus alumnos la solidaridad social, el servicio colaborativo a las comunidades y menos el empeño por gobiernos progresistas que transformen el sentido de nuestro proceso de desarrollo nacional hacia rumbos de autodeterminación nacional y regional. 

La concepción, gestión y evaluación de políticas educativas que impulsan los gobiernos, como las respuestas y reivindicaciones que el sector docente antepone para su desarrollo o puesta en práctica, requieren de un marco referencial que empate requerimientos e indique hacia dónde vamos a caminar en el proceso, cuales las metas intermedias y la búsqueda final, que no puede ser otra que el bienestar creciente de la población.

Ningún agrupamiento educativo, de ningún país se pronunció por abolir la aplicación de normas para mejorar el nivel de preparación de los docentes. Esta es premisa “sin ecua non” que se acepta y se lucha por convertirla en una realidad que de al maestro ante grupo, mayores y mejores armas para cumplir con su cometido. Si la capacitación viene por delante y cumple los requerimientos técnico-pedagógicos necesarios, la evaluación del magisterio y los cuadros dirigentes de las dependencias encargadas de la educación, debieran ser evaluados y puestos al día, cotidianamente. Ver: V. M. Barceló R.http://elregional.com.mx/Noticias/?id=69172

Solo una coordinación adecuada entre autoridades educativas y el magisterio organizado podrá superar las discrepancias en la Región y así cumplir con metas trazadas por los gobiernos, adicionadas por requisitos específicos para la formación integral de la niñez y juventud que acude a los centros educativos estatales. Planes y programas de estudio vigentes, a pesar de que se basan en trabajos de los organismos multilaterales, por lo general requieren de ajustes profundos para acercarse a las necesidades de una educación que de a los alumnos, una solida formación en valores y les encause en la construcción de las competencias específicas, para incursionar con éxito en la sociedad de la información y el conocimiento.

Habrá de superarse en la Región, el impulso que de manera errática se realiza para una Reforma Educativa incompleta, no puesta a la consideración de las partes implicadas –padres de familia y maestros fundamentalmente- y destinada al control del magisterio desde el tema administrativo, con peligro de trastocar sus derechos laborales elementales y tratando a ciertos sectores de lucha magisterial, en calidad de criminales. Estas actitudes dan como consecuencia, reacciones de lucha social, que no tendrían por qué presentarse, de haberse consensuado el mecanismo de la evaluación, el uso de los recursos y otros temas que ya vimos, son candentes en la Región.

En lugar de diálogo, se abren compuertas de una evaluación sin preparación para la misma; con sentido regional o nacional sin considerar características de cada estado o región, en donde los docentes desarrollan su tarea, en condiciones precarias. A pesar de ello logran resultados sorprendentes, reflejados en pruebas realizadas con criterios transnacionales.https://www.academia.edu/737802/Protesta_magisterial_y_reformas_educativas_en_Am%C3%A9rica_Latina

En México se busca salir de un conflicto creado por fallas de gobernabilidad, provocadas por altas autoridades de la Secretaria de Educación Federal. Recientemente la SEP federal dio a conocer un “Modelo Educativo para 2016”. Una vista rápida muestra que está basado en trabajos realizados desde los 90s del S. XX, con nuevos rumbos metodológicos para los tres niveles de la educación básica, mismos que tuvieron que esperar años para ser vistos con interés por la autoridad, hasta que en el 2012 se inició una tarea muy importante, a través de los Consejos Técnicos Escolares.

Así, en cada escuela se dedica un día al mes para reunirse exclusivamente en el análisis –bajo la batuta del director del plantel correspondiente- de qué se hizo en el período que termina y definir las tareas para el inmediato futuro, tanto para aprovechar las buenas prácticas realizadas internamente o traídas de otras escuelas, como para definir los trabajos y ruta a seguir. La tarea se inició con muchos bríos en buena parte de escuelas de nivel básico en el país, pero fue decayendo, tanto por cambio de autoridades como por el conflicto gobierno-magisterio que afecta a la planta docente.

En cuanto a este “nuevo” Modelo Educativo se espera sea detalladamente revisado por expertos, docentes ante grupo, padres de familia y autoridades, para llevarle a la atención de necesidades reales de una educación para el logro del desarrollo integral de niños y jóvenes, con miras a ser capaces de vivir el presente en armonía y afrontar el futuro con éxito personal, comunal y regional. Muchos hemos echado nuestro cuarto a espadas para una educación moderna, revolucionaria, que recupere al país de tantas situaciones conflictivas. ¿Será posible crear ese Modelo Educativo que nos de alas para sobrevolar las trabas opuestas por los interesados en mantener el statu quo en la Región y específicamente en México?. 

La creación de un Modelo Educativo de avanzada, creativo y emancipador es de los hándicaps fundamentales en el proceso de crecimiento y desarrollo sostenible que se pretende, por grupos sociales organizados, para toda la región latinoamericana y caribeña.

Ya incorporamos enlaces en las partes anteriores de esta serie de artículos, en que se corrobora que el empeño de algunos gobiernos, pero sobre todo de grupos magisteriales, estudiantiles y de la población en general por construir una educación que prepare para el éxito en la vida personal y de relación, con miras a la felicidad de pueblos y comunidades, es ingrediente fundamental de ese desarrollo sustentable y sostenible que abrirá la puerta al buen uso de los recursos naturales y constituirá una sociedad urbana y rural, paradigma de avance en la vida en comunidad.

Esa tarea afrontará la decadencia de valores reflejada en la vida familiar, social, y sus expresiones como la política, la cultura, la economía y demás actividades del ser humano para su convivencia. Tales muestras son parte de la crisis que tiene al Planeta, al filo de la navaja de una conflagración y sin medios para encontrar vías en que la humanidad viva en un universo sin fronteras económicas y en que la política se realice para el bien común.

La educación es el 1er eslabón para fundar una sociedad planetaria en que la convivencia entre naciones, sea lo más adecuado para salir adelante en el buen vivir para todos. Ello podrá darse paso a paso, país por país, región por región, constituyendo una ruta cierta que supere el sistema económico vigente, caduco, injusto, criminal, que solo sirve para la acumulación de capitales y la explotación de los recursos naturales en muy pocas manos.

Para ello debemos tomar conciencia de que –señala González Casanova- vivimos y prohijamos “un proyecto de globalización neoliberal que busca hacer de la educación una ‘‘cultura de la servidumbre’’. Coincidimos en que debemos ir a la conformación de una reforma educativa que contemple una formación emancipadora y crítica en la niñez y la juventud. En su línea de pensamiento reafirmemos que tal formación se apoyará con precisión en dos principios rectores: la moral y la verdad, valores imprescindibles que normen la construcción de lo colectivo en la humanidad, por encima del bienestar individual. La solidaridad y la cooperación son también vitales, pero apoyados en la crítica constante de lo que ocurre y quien lo genera. Ver: http://www.alainet.org/es/articulo/179476

En una alocución del Rector de la Universidad Autónoma de México (UNAM) al iniciar el ciclo escolar 2016-2017 se refiere a la Educación Superior -no se puede separar ninguna de las partes formativas, de la inicial a la universitaria-. Afirmó el Dr. Grawe: “El presupuesto de la educación superior pública no puede reducirse, pues se generaría un problema para el país en el mediano plazo…-y explicó- la presión demográfica así lo determina”. La cobertura en educación media superior, agregó, “está creciendo a nivel nacional y esos jóvenes requerirán espacios en las instituciones de educación superior en los siguientes años”. “Hay que estar conscientes que de no apoyar a la educación superior, se va a generar un problema importante, en el mediano plazo, en los siguientes años”, aseguró. Ver:http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2016_549.html

En la República Oriental del Uruguay –de los países en que el progresismo es más vigoroso- se dilucida un tema candente para la Región, el apoyo de empresas a universidades privadas, para otorgar becas. Muy bien e interesante; pero veamos el fondo del asunto. Investigaciones del Parlamento uruguayo llegan a la conclusión que ¡Oh decepción! De cada mil pesos que se aportan a las universidades privadas para becas, el gobierno aporta 750 pesos y la empresa privada 250. Sí, como se lee. Entonces hacen análisis interesantes. Suponiendo un hipotético número de empresas que “donan” a cada Institución y el aporte se dividiera entre ellas, ¿cuánto seria el peso de donaciones para cada una de ellas? ¿No podrían aumentar las “donaciones”, bajando mínimamente sus márgenes de ganancia? Si las Universidades privadas, también, hacen esfuerzos para becar alumnos que no pueden pagar la carrera en esas Instituciones y, por diversos motivos eligieron formarse allí. ¿Es difícil o inconveniente disponer de plazas a costo de la Institución y en beneficio de la sociedad? ¿Estos apoyos deben ser realizados con aportes del Estado, dinero de nosotros?

Supóngase que las universidades privadas determinan aumentar un dólar al mes solidariamente a cada estudiante; la cantidad total trasladada de nuestros bolsillos (retaceada del presupuesto educativo) es de 1.400.000 Dls. anuales; en cinco años asciende a 7 millones de dólares. Cuántas becas se pueden otorgar con esos millones en la Universidad de la Republica -gratuita y con niveles de excelencia-. Cuántos proyectos de investigación en la UDELAR se podrían apoyar. Qué cantidad de carreras podrían financiarse en el país con esos recursos, que son nuestros ahorros, plantea la diputada Macarena Gelman (Frente Amplio) con intención redistributiva y de equidad social. La propuesta, refuerza el concepto de que en tiempos de dificultades económicas, todos debemos poner el hombro a las adversidades, especialmente sectores con mayores solvencias económico-financieras. ¿En cuantos de nuestros países ocurre esto o algo parecido, que contradice el sentido social de la educación? Ver:http://parlamento-ciudadano.com/universidades-privadas-donaciones-y-nosotros/

Latinoamérica y el Caribe son un conjunto de naciones multiculturales, pluriétnicas, mega diversas, con una sociedad desigual e inequitativa. Niños, adolescentes y adultos que acuden a las escuelas, pertenecen a una diversidad de género, condiciones sociales, capacidad económica, ideologías políticas, credos religiosos, preferencias sexuales. Pero todos cuentan con capacidades creativas y vocaciones intelectuales. Todos, a todas las edades y en todas las lenguas vigentes, buscan estudiar, pero requieren la guía, de sus padres primero y de un docente después, para hacerlo con voluntad, intensidad e ilusión, en la incansable tarea de perseguir sus sueños y acompañar su curiosidad intelectual, que no muere nunca.

De allí, que una Reforma educativa requiera del docente, educador o guía -fuente del conocimiento en las escuelas y el propulsor del saber de los pueblos-. Por ello no extraña que sea meta de la globalización neoliberal -que manejan los grandes consorcios financieros y sus amanuenses, las empresas transnacionales- su anulación, para incorporar otras personas formadas para ser empleados, que además de no contar con la preparación que requiere un educador, están lejos de entender y menos procurar el implante en los alumnos de razonamientos sociales, que se apoyen en la libertad, la verdad, la concordia, la ética o moral, el laicismo y otros valores arraigados en pueblos y comunidades a lo largo y ancho de la Región.

El Dr. González Casanova –ya mencionado- en la alocución del caso recuerda el hecho singular del docente mexicano (campechano), Luis Hernández Navarro y su reciente libro sobre “La novena ola del magisterio”, en que recoge y expresa el paso y ritmo del proceso histórico que se da entre confrontaciones y negociaciones. Afirma González Casanova “necesitamos pensar más profundamente en la situación, en el proceso de que es parte y en cómo podemos dar esta lucha –que es mundial y tormentosa-, en cómo podemos luchar entre las confrontaciones y las negociaciones que se han dado y se den por una educación emancipadora, a sabiendas de que la nuestra es una lucha contra la globalización neoliberal que están impulsando las corporaciones y complejos empresariales-militares–políticos y mediáticos con sus asociados y cooptados que, con el capital financiero a la cabeza, y amparados por una legislación que violan y que cambian a su antojo, se están quedando…con riquezas y empresas e instituciones nacionales –antiguas fuentes de empleo– que ya han privatizado y desnacionalizado”. Ver: http://www.jornada.unam.mx/2013/09/24/opinion/023a1pol

Está siendo evidente en la Región que esas fuerzas al servicio transnacional -sean dominantes o no al interior de las naciones- cuentan con importantes medios legales, políticos, mediáticos y represivos que ponen o se los ponen a su servicio. Sustentados en ellos, certifican su atraco, legitiman el despojo de patrimonios públicos y sociales, rebajas y evasiones de impuestos, junto a múltiples actos que explican el proceso de acumulación de la riqueza en unos cuantos, a costa de la inmensa mayoría, afectada en número y calidad de sus empleos (escasez de servicios de salud, seguridad social, educación; cesión de actividades agropecuarias, industriales, comerciales, bancarias y de transporte). Todo ello nos incorpora al capitalismo salvaje, corporativo, neoliberal, globalizador que recupera terrenos en Latinoamérica y el Caribe.

Por ello es tan importante que surjan resultados positivos, de ganar-ganar, en la confrontación gobierno-magisterio, que representen logros para el “interés general”, respetando conocimientos y metodologías de la enseñanza, que la práctica desarrolla en los docentes –de la educación inicial hasta la universitaria- y prepararles con nuevos conocimientos que les permitan guiar a la niñez y juventud, por rutas de superación para una vida plena, integralmente dedicada al logro de sus sueños vinculados al beneficio de los pueblos que habitan y por esa ruta a toda la nación a que pertenecen.

Debemos en ello, superar la idea de que el conocimiento a impartir sea instrumental. La educación no puede ser solo para crear trabajadores manuales que manejen máquinas y herramientas de las fábricas que nos traen de otras partes, porque allá no hay mano de obra barata. Una educación para la vida debe considerar básicamente la preparación de la niñez y la juventud para obtener cultura general, científica, crítica y humanista. Por ello debe lograr competencias para dominar un oficio o arribar a una especialidad pero, a la vez, adquirir conocimientos necesarios para cambiar de especialidad u oficio, cuando las circunstancias lo requieran. Debe ser, por tanto, una educación que les de la libertad de elegir la ruta de su vida y poder cambiarla de acuerdo a sus sueños e intereses.

Una educación sin valores es como un auto sin ruedas, encenderá, pero jamás avanzará con precisión ni rumbo. La solidaridad, verdad, moral, actividad colaborativa, la experimentación (prueba-error-prueba) que dan fortaleza a nuevas formas de vida, son factores intrínsecos de la vida en el salón de clase, conductas a llevarse a cabo desde tiernas edades hasta los estudios superiores (humanidades, ciencias, técnicas y artes), porque el aprender a aprender es el camino para la emancipación y la vida en libertad.

Tales valores y muchos más que surgen en el proceso de enseñanza, se sumarán a las competencias que adquieran los educandos, para fortalecer sus esencias sociales de lucha moral por una ruta mejor para su existencia y de sus congéneres. El individualismo, consumismo, y otros intereses enajenantes, deben borrarse. Que la verdad permee todo el proceso de la enseñanza; apoye la crítica a la cultura de la servidumbre y cuestione lo que acontece, para arribar a óptimas rutas mediante estrategias hacia valores y metas esperadas en el transcurrir de la existencia.

La participación del magisterio regional en la conformación de un sistema educativo moderno, que supere el proyecto neoliberal es la meta. Para ello, es urgente respetar la dignidad de los docentes, como en momentos clave de la historia latinoamericana y caribeña. La defensa de sus derechos –como los de todos los trabajadores- debe ser inalienable. Bajo tales premisas se puede bordar fino para intensificar la defensa y promoción de la cultura humanística, científica, artística y tecnológica, así como la crítica creadora para una región y con ella un Planeta mejor, libre, justo y democrático.

Si la moral es el valor esencial en la educación, con él se puede realizar un esfuerzo intenso en dos vías: la evaluación formativa al profesorado, para conocer en que artes y ciencias requiere de capacitación continua y, con tal información, incorporar a las instituciones educativas que saben de pedagogía en cada país, para que integren un Plan de Estudios que ponga al día al profesorado en todos los niveles y coopere a poner en ruta de modernidad a las instituciones que dan formación normal. Ello, tras revisar con los equipos pedagógicos del magisterio organizado, dicho Plan, producto de la moral de lucha, cooperación y corresponsabilidad de todos los involucrados en el proceso educativo nacional.


Ciudad de México, 7-agosto-2016.

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