Educadores, educadores

Los educadores mantienen, casi por naturaleza, unos ideales que en otros ámbitos de la vida social parecen “juego de niños”. Profesores, maestras y maestros, pedagogos que impulsan la transformación social preparando una generación que disfrute de otro modo las riquezas del mundo. Sirva esta recopilación sobre educadores contra la desigualdad de homenaje y admiración por los miles de educadores que, día a día y sin titulares, se ocupan de trabajar por un mundo mejor.

Creo que no hay que oponerlos, ni darlos por sabidos, sino recuperarlos para ganar en creatividad e innovación educativas. Mirar de vez en cuando la situación de partida en la que se encontrarnos nos ayudará, sin lugar a dudas, a seguir dando pasos. Pero sin avanzar en cualquier dirección, teniendo clara la labor transformadora, no sólo adaptativa o integradora, de la escuela respecto a la sociedad.

[1] Paulo Freire (1921-1997), el conocedor de la pobreza.

Toda su propuesta pedagógica se encamina a dotar de palabra, por tanto de conocimiento sistemático, capacidad de diálogo y pensamiento crítico. Enfoca la educación como un instrumento claramente orientado al cambio social. Quien es capaz de leer (y escuchar) y hablar (y escribir) de forma comprensiva, se vuelve un sujeto con capacidad propia. He aquí el reto. Pero a diferencia de otras escuelas, su educación se basa en gran medida en la colectividad y el aprendizaje compartido. Hoy lo diríamos de otro modo, pero mejor llamarlo comunitario. (Para saber más: enlace)

[2] M. Montessori (1870 – 1952), la de los múltiples adjetivos.

Una mujer muy discutida con aportaciones esenciales a nuestra práctica diaria más cotidiana. Traigo a colación a Montessori porque decidió cambiar la escuela y los materiales, en lugar de a los muchachos. ¿Qué se adapta a quién? Mejor transformar el entorno, dotar de herramientas a través de las cuales experimente y generen conocimiento. Esta mujer, científica de vocación, aplicó técnicas de observación y análisis para mejorar sus resultados. A ella debemos gran parte de la innovación educativa actual. ¡Qué hubiera sido de la escuela sin ella!

[3] Lorenzo Milani (1923 – 1967), sobre la participación activa.

Barbiana es un lugar de referencia. Allí fue destinado este cura “castigado” y en ella emprendió una de las reformas esenciales, y menos escuchadas, de la educación moderna. Su labor puso a la luz el clasismo del sistema educativo. Su referencia más notable está en el libro “Carta a una maestra” (descarga el libro), escrito con los propios alumnos. Su clave fundamental es construir un saber solidario, que libere y dignifique a los alumnos, a través de la participación permanente, sabiendo, eso sí, a qué se contribuye y con qué grado de responsabilidad. No hay que hacer nada sin reflexionar, dialogar y estar firmemente convencido. (Para saber más: enlace)

[4] Puzle de Aronson, cuando todos aprenden de todos.

Es una técnica de aprendizaje cooperativo que lleva el nombre de un  psicólogo social americano. A través de esta metodología, hoy muy en boga e innovadora, el aprendizaje de unos cuando es compartido enriquece al resto. Según este instrumento, haríamos grupos que estudian a fondo un tema concreto para después exponerlo en otros grupos a otros compañeros que a su vez se han convertido en expertos de otro asunto. Esta dinámica, de enriquecimiento mutuo, aporta notables beneficios en la adquisición de competencias e iguala la responsabilidad de unos y otros en el aprendizaje compartido. (Para saber más: enlace)

[5] Marva Collins (1936-2015), cuando no te gusta el sistema.

¿Qué haríamos en una sociedad que segrega por razas, siendo además mujer, después de obtener una plaza de educadores en una escuela pública de Chicago y comprobar que el sistema no funciona? ¡Pues abrir una escuela en un segundo piso y acoger en ella a personas de movilidad reducida o “desahuciados” del sistema, hasta conseguir que lleguen a las universidades más prestigiosas del país! ¿A que sí? Pues esta es Marva Collins, hoy premiada y reconocida “mundialmente” por su programa de educación y capacitación, que busca sin lugar a dudas la excelencia. Su pasión por los clásicos es apasionante, por aquello que otros sistemas y familias consideran que es “demasiado difícil”. (Para saber más: ver la película de su vida o leer el homenaje que el NYT le hizo el día de su muerte)

[6] Sugutra Mitra (1952- ), un grupo de jóvenes con un ordenador.

Un ordenador, sin más, puesto en la calle a disposición de chavales de los suburbios de Nueva Deli (India). Sin más mediación. Uno para muchos, quizá. Un experimento loco que ha llevado a este profesor de universidad a fundar Escuela en la Nube, en la que se aprende con profundidad a través del ordenador. Así de sencillo. Además, para enriquecer el asunto, conecta a personas de un lugar y otro del mundo, normalmente a jubiladas de Reino Unido con jóvenes que están en escuelas allende los mares. ¿De dónde viene esta idea? De la confianza en que todos queremos aprender, de la curiosidad que nos mueve, de las posibilidades que hoy brinda la tecnología y la comunicación. (Para saber más: su conferencia estrella en Ted-Education)

[7] Pestalozzi (1746-1827), sobre las posibilidades de la educación.

No se me ocurre mejor presentación que la que hace Wikipedia para este suizo reformador, preocupado por todos los campos del saber: “Creía que a los niños no se les deben proporcionar conocimientos ya construidos, sino la oportunidad de aprender sobre sí mismos mediante la actividad personal. Que los maestros deben estar preparados para lograr un desarrollo integral del alumno más que para implantarles conocimientos, algo que solo constituye una sola parte de la educación, y el verdadero objetivo debería ser un “hombre moral” total; este hace el bien y ama, sus acciones se basan en la fe y, en lo posible, deja a un lado su egoísmo”. Si te suena el método globalizado, se lo debes a él. (Para saber más: entrada en Wikipedia)

[8] José de Calasanz (1557-1648), la escuela para todos.

En los tiempos en los que nadie pensaba que los pobres recibieran educación, este sacerdote aragonés llegado a Roma se encuentra en el Trastévere con los muchachos. Deja todo lo que lleva entre manos y comienza lo que será el germen de la escuela moderna, reglada y abierta a todos. Métodos nuevos, formación de educadores, un sistema que permitiera llegar con éxito a los colegios que daban trabajo. Este año se celebran ya 400 años, en los que muchos otros e inspiraron. #Calasanz400 Pronto su idea cobró fuerza y se extendió por Europa. Muchos vendrán después a aprender lo que hacían los escolapios con tanta calidad. (Para saber más: un libro entero)

[9] Celestin y  Elise Freinet, pensar haciendo y hacer pensando.

Un matrimonio en el mundo rural francés. Ambos educadores, científicos y con una vocación por transformar la realidad altamente ejercida. Lo suyo no es un método, sino técnicas. Incorporó a la escuela los medios que tenía a su alcance para que los alumnos experimentaran y con estas experiencias construyeran su conocimiento y pensamiento. Periódico escolar, radio e incluso el cine de la época, paseos por el campo, diálogos al estilo de los clásicos peripatéticos. Fruto de la época industrial en la que vivió, muy sensible a los movimientos obreros, basó su aportación pedagógica en tres principios: diálogo, cooperación y participación activa. (Para saber más: enlace)

[10] Aprendizaje servicio.

Un modelo educativo sistematizado recientemente, que va cobrando fuerza y reclama el interés de muchos maestros y profesores. La idea expresada con sencillez sería aprender haciendo cosas que tengan impacto en la realidad y el entorno. Para ello, conocer e investigar, reflexionar y proyectar, ejecutar en comunidad y transformar la realidad. ¿Qué aprendizaje es más esencial que aquel que enseña al niño y al joven que él, con otros, puede cambiar el mundo? ¡Enorme intuición! ¡Enorme carencia en las escuelas “adaptativas”, las más frecuentes!  (Para saber más: enlace)