Hay que contribuir a liberar a los niños de la esclavitud que aplasta su niñez. Para que aprendan a vivir en libertad. Queremos niños libres… para ser libres. |
¡Liberar al niño de la esclavitud! De la esclavitud literal, no metafórica. No hay niños trabajadores, como cínicamente proclama la UNICEF y el coro de ONGs adláteres al hablar de niños condenados a trabajar. Hay niños esclavos. Y esclavos en otros sentidos son también nuestros niños de aquí. Esclavos de la tiranía del capricho, del éxito, del consumo. Hay que contribuir a liberar a los niños de la esclavitud que aplasta su niñez. Para que aprendan a vivir en libertad. Queremos niños libres… para ser libres. Y también hay que liberar al niño del infantilismo permanente, que es la enfermedad a la que le condena una sociedad que quiere perpetuar la inmadurez del infante y no se quiere plantear ni por asomo que aprendamos a vivir la responsabilidad que exige la libertad, y la fidelidad que exige la lucha por la liberación de los niños. Queremos personas capaces de gestionar su propia vida en solidaridad con los demás.
¡Rescatar el juego! Rescatarlo del materialismo del juguete. Ese instrumento que el dios-mercado ha convertido, pervirtiéndolo una vez más, en un fin. Rescatar el juego significa rescatar la capacidad creativa que tiene el niño de convertir cualquier medio que tiene a su alcance en un instrumento de relación con los demás, de interacción con los demás. Restituir el cuerpo a cuerpo. Restituir el alma a alma.
Manuel Araus, educador y responsable de la Casa Escuela Iqbal Masih
Ref.: nº426. Colaboración económica: 1,80 € (los dos tomos) Pedidos en: Avda. Monforte de Lemos, 162. 28029 Madrid. Tlf.: 91 373 40 86 o pedidos@solidaridad.net |
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