viernes, 26 de noviembre de 2010

ESCLAVITUD INFANTIL EN EL MUNDO (Revista Autogestión Nº 81)

 EN EL MUNDO
  1. LOS NIÑOS DE LA BASURA EN CAMBOYA
  2. ¡SE VENDEN NIÑAS MAURITANAS A RICOS ÁRABES!
  3. MÁS TRATA DE NIÑAS EN NEPAL
  4. EN LAS CANTERAS DE ABEOKUTA
  5. INDIA: LOS NIÑOS ESCLAVOS DEL PINTALABIOS.
  6. EXTRACTO DE LA CARTA DE LOS PADRES DE ALUMNOS DEL ESTE DEL CONGO AL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU



LOS NIÑOS DE LA BASURA EN CAMBOYA

Millones de niños viven en y de las basuras de los vertederos del mundo. La imagen no puede ser más dramática y descriptiva del estado en el que tenemos a la infancia. Por un par de euros al día, cientos de niños rebuscan desperdicios en el basurero de Phnom Penh (Camboya) que luego venden a las empresas de reciclaje.

Su labor comienza a las siete de la mañana, cuando llegan más de 200 camiones de basura procedentes de la capital. El más pequeño de esos vehículos transporta 1000 kilos de basura. La descarga va acompañada del paso de máquinas apisonadoras. Los adultos y los niños se arriman a toda velocidad para competir por todo lo que pueda ser reciclado antes de que pase a ser de otros o inservible. Esto ya reporta muertes.

Las condiciones de trabajo son indescriptibles. A los basureros de les llama las “montañas de humo” porque están permanentemente cubiertos por una espesa niebla de gases tóxicos, metano entre ellos. Un hedor insoportable. Nubes de moscas. Un intenso calor tropical o fuertes lluvias monzónicas, dependiendo de la estación. Los niños, armados de pinchos y una grasienta capa de mugre, van en chanclas o descalzos. Después de una jornada agotadora, entre todos los componentes de la familia sacarán un máximo de 4 euros diarios.
Junto al basurero ya se ha erigido todo un poblado de chabolas. Y aunque viven en chabolas, tendrán que abonar con ellos el pago del alquiler, la toma de electricidad (ilegal) y el agua que transportan en tinajas para poder lavarse y cocinar.

Los niños del basurero no son exclusivos de Camboya. Los hay en todas las grandes ciudades asiáticas y los hay en las grandes ciudades de Iberoamérica y África. Los enriquecidos generamos más de 200 kilos mensuales de basura por persona. Los empobrecidos viven de ellas. Hay quien piensa- ONGs incluidas- que “así al menos los niños se ganan la vida y ayudan a sus familias” Hay quien piensa que esto es inevitable. Lo probable es que lo piensen los que no viven en estos basureros ni de estos basureros.

¡SE VENDEN NIÑAS MAURITANAS A RICOS ÁRABES!

Tienen entre 12 y 15 años. Son destinadas a emires y ricos acaudalados. Acaban siendo víctimas de la explotación sexual y el proxenetismo en la mayoría de los casos. Permanecen entre uno y dos años en la casa del comprador y cuando se quedan embarazadas o ya han parido, son expulsadas y se ven obligadas a practicar la prostitución. Son los propios padres, con ayuda de intermediarios mauritanos sin escrúpulos los impulsores de este tráfico. Pero quien se rasga las vestiduras no para a pensar la miseria a que se ha condenado a estos países. La violencia directa, la que enfocan las cámaras de fotografía y las de televisión, es visible. La violencia estructural, la del comercio internacional, la de la subida sin control del precio de los alimentos, la de las deudas contraídas con el usurero sistema financiero internacional,…pues no se ve.

MÁS TRATA DE NIÑAS EN NEPAL

Se las llama “kalamaris”. Niñas pobres enviadas de las zonas rurales a ser las criadas de las casas pudientes de las grandes ciudades. Reciban el nombre que reciban la situación nos es bien conocida. Trabajan 20 horas al día, sin paga, sufriendo mayoritariamente abusos físicos, psicológicos, sexuales, además de ser excluidas de la educación en la escuela. Son también invisibles. Pero ya han dado un paso de dignidad iniciando protestas en la capital nepalí. Vaya nuestra solidaridad.

EN LAS CANTERAS DE ABEOKUTA

República de Benin. De los 10 países más empobrecidos del mundo. Otro lugar de los infiernos en los que los “satisfechos” y los bienpensantes no creen. Los niños de Zakpoktá son vendidos a traficantes locales que se los llevan a Nigeria a trabajar en las canteras de Abeokuta. Se pagan por ellos unos 25 euros. Pasar la frontera y sortear los controles militares les resulta relativamente fácil a estos “negreros”. Se les paga a los guardias y se acabaron las preguntas. En la pared de las aduanas un cartel de UNICEF reza: “El tráfico de niños es un delito. No colabores”.

Abeokuta es la capital histórica de los yorubas, la principal etnia de Nigeria. El cemento, los ladrillos y la grava son sus principales industrias. Las canteras están perdidas en medio de la selva. Las canteras son de los yorubas. El tráfico de los niños es un negocio de los fon, es un asunto de benineses.
Los niños trabajan en cuadrillas de seis en pequeñas zanjas cavadas en el suelo de entre uno y dos metros de profundidad. Se reparten el trabajo. Tres se turnan para cavar. Otros tres se ocupan de cargar el camión y de buscar comida en la selva. Sus jornadas comienzan con la salida del sol y finaliza doce horas después. Comen dos veces al día algo de tortas de ñame y legumbres. A veces duermen a la interperie junto a las propias zanjas porque no tienen sitio en los poblados. Cada cuadrilla tiene que levantar una montaña de cinco mil kilos de grava en dos días. Los castigos físicos son el pan nuestro de cada día. Los problemas sanitarios también. Otro campo de concentración condenado a la indiferencia.

INDIA: LOS NIÑOS ESCLAVOS DEL PINTALABIOS.

Otro ejemplo, ya público, de infancia robada para que millones de consumidores luzcamos nuestras mejores y bellas sonrisas. Todos los pintalabios comercializados del mundo, de los que España es la segunda consumidora europea con la compra de 20 millones al año, tienen algo en común: el empleo de la mica.
La India concentra el 60% de la producción de este mineral. En Palamur, en Jahrkhand o Bihar miles de niños la extraen en condiciones de esclavitud. Las multinacionales que la compran, como las alemanas GmbH o Merck, miran para otro lado aunque todas han firmado convenios contra el trabajo de los niños. Total, son las subcontratas las que trabajan con ellos. Y a las subcontratas las hacen firmar un documento con el que se comprometen a no hacerlo. La vieja táctica: convertir la legalidad en el parapeto de la iniquidad conocida y consentida. Si lo que hago es “legal”, pues a mi que no me vengan con “cuentos”. ¡Qué fácil y qué barato nos resulta maquillar la injusticia!


EXTRACTO DE LA CARTA DE LOS PADRES DE ALUMNOS DEL ESTE DEL CONGO AL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU

“Nuestros hijos han sufrido violencias indescriptibles. Además de ser reclutados a la fuerza, algunos han muerto quemados en sus casas, han asistido a la violación de sus mamás y a escenas de masacres de sus padres, hermanos y hermanas. Las muchachas han sufrido actos horribles de violencia sexual cometidos por rebeldes y soldados congoleños”. “Tras años de guerra, nuestros hijos han sido desplazados, a menudo en varias ocasiones y durante varios años. No tenemos dinero para pagar sus estudios. Miles de niños están separados de sus familias a causa de guerras incesantes. Nuestras escuelas han sido quemadas o saqueadas. Algunas han sido transformadas en centros de reclutamiento o de formación por los grupos armados” “ Les exhortamos a informarse y ampliar el sistema de vigilancia de los niños soldados…que elaboren un plan para los niños en los conflictos armados…que impongan sanciones severas y medidas concretas contra los responsables…que den prioridad a este tema”






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