En el planteamiento del MST se entiende por “proceso educativo” la concreción de todas las actividades que integran las acciones del Movimiento dirigidas a la formación de sus militantes, desde las ocupaciones de tierra por las familias campesinas, hasta su instalación en los campamentos. Dicho proceso incluye la organización de los grupos, el trabajo, la producción, la vivienda, la salud, la educación, la diversión, los rasgos culturales, “la mística”, los conflictos, las negociaciones o acuerdos, etc. Todo esto constituye el universo educativo y de formación del MST.
Bajo la modalidad de “educación formal” el MST desarrolla, en las escuelas ubicadas en los campamentos y asentamientos, la educación infantil y la educación fundamental (de primero a octavo curso). Actualmente el sector de educación del MST trabaja la educación fundamental en más de 1.800 escuelas que atienden a más de 200.000 niños, atendidas por más de 2.800 educadores. Estas escuelas se ubican en los asentamientos y campamentos. En algunos estados, como Río Grande do Sul funciona la “escuela itinerante” de los campamentos, que atiende a muchachos entre 7 y 12 años y que se encuentran en niveles de 1ª a 5ª serie (en Brasil, curso).
La educación formal está reglada por el sistema brasileño de educación (ley 9394, 20 de diciembre de 1996), que establece las directrices básicas de dicha educación a nivel nacional.
Existe todavía un gran número de niños y adolescentes fuera de la escuela por razones que se relacionan con la cuestión legal de las escuelas o con la propuesta curricular inadecuada a la realidad de los hijos de los trabajadores rurales.
La educación de jóvenes y adultos (EJA) que se imparte en campamentos o asentamientos en convenio con las secretarías estatales y municipales de educación, fue clasificada como una modalidad de educación no-formal, sin embargo, en la actualidad, está reglamentada como una modalidad de “educación básica” que desarrolla procesos formativos de jóvenes y adultos dentro de las etapas de la enseñanza fundamental y media. La EJA se suma a los principios de la educación popular, mezclándose con la cultura y los saberes del pueblo que son transmitidos a través de la convivencia, la tradición, las costumbres, las creencias, las experiencias de la vida, y, sobre todo, de los momentos de lucha y reflexión en grupo.
En cuanto a la “enseñanza media” el MST desarrolla varios cursos:
- Cursos de Magisterio, en colaboración con universidades y secretarías estatales y municipales de educación, en el Instituto Técnico de Capacitación e Investigación de la Reforma Agraria (ITERRA), de ámbito nacional.
- Curso de Técnicos en Administración de Cooperativas.
- Curso de Formación de Formadores que se realiza en la Escuela Técnica Josué de Castro en Veranópolis (RS).
En cuanto a la educación superior se realizan varios cursos en diferentes lugares del país:
- Curso superior de Pedagogía, en colaboración con la Universidad de Ijuí (en el año 2001 asistían 55 alumnos provenientes de los 19 estados brasileños).
- Curso Superior de Pedagogía, en Mato Grosso, en colaboración con otras instituciones (60 alumnos de 7 estados).
- Curso de Magisterio, en Paraíba, en colaboración con la Universidad Federal de Paraíba (60 alumnos del Nordeste brasileño).
- Curso de Magisterio, en Espírito Santo (96 alumnos del Norte y del Nordeste brasileño).
- Curso Superior de especialización de Técnicos de Área de Producción, Técnicos en Administración de Cooperativas, Técnicos en Salud Comunitaria y Técnicos en Comunicación Social en la Escuela Técnica Josué de Castro.
Esto, por lo que respecta a la educación formal.
En cuanto a la educación no- formal 850 monitores trabajan con 17.000 analfabetos, jóvenes y adultos. Existe para ellos un curso de enseñanza suplementaria a nivel de enseñanza fundamental y media oficiales.
Según unos datos del pasado mes de abril, 6.000 personas estaban dedicadas íntegramente a la educación relacionada con el MST y más de 500 Sem-Terra estaban estudiando Magisterio.
Metodología de formación y capacitación en el MST
La propuesta pedagógica de educación del MST se apoya en dos ejes básicos:
· la lucha por el derecho a la educación, y
· la construcción de una nueva pedagogía.
La preocupación por la educación surgió dentro del Movimiento como un proceso de concienciación de sus miembros sobre la naturaleza, necesidad e importancia de este aspecto en la vida de los campesinos. A medida que la tierra iba siendo conquistada y el Movimiento madurando fue percibida la dimensión del problema y el desafío que representaba la educación en los asentamientos. La educación fue incorporada al día a día del Movimiento en las tareas políticas, en las dificultades a resolver, así como la imaginación de lo que ellos consideraban reforma agraria. La educación pasó a ser percibida bajo una dimensión más amplia orientada a los procesos de formación humana, identificando como educadores a todas las personas que participan en la lucha por la tenencia de la tierra y por la reforma agraria.
Según Joao Pedro Stédile, coordinador del MST “existe la necesidad de un matrimonio entre la conquista de la tierra y la educación, ya que ni la tierra ni la educación, por si mismas, son capaces de liberar al trabajador sin tierra de la explotación latifundista (…). Entendemos que la reforma agraria es la unión de esas dos conquistas”: tener acceso a la tierra y tener acceso a la escuela, al conocimiento a la educación”. Las preocupaciones iniciales del Movimiento durante su primera fase de organización fueron fundamentalmente la ocupación de tierras.
La educación pasó a ser reconocida por la organización como una necesidad, a partir del momento en que ésta comenzó a comprender, de forma más amplia, la interdependencia de los procesos sociales. Desde entonces la escuela para los niños de los campamentos se volvió indispensable.
Esta necesidad no fue percibida “en bloque” por el MST. Fueron madres y maestras más sensibles las que dieron los primeros pasos, antes que la propia organización. La preocupación de estas madres y de estas maestras demuestra la percepción, la sensibilidad y la conciencia que se ha ido desarrollando en el MST. Ellas intuyeron y explicitaron que la propia lucha, el propio campamento educa.
El sector de educación del MST fue creado en 1987 con ocasión del I Encuentro de las personas que estaban organizando el trabajo en los Estados donde el MST estaba actuando. El encuentro se realizó en el estado de Espírito Santo y comparecieron representantes de 7 estados brasileños. La cuestión básica fue discutida a través de dos preguntas:
· ¿Qué queremos con las escuelas de los asentamientos?, y
· ¿Cómo hacer la escuela que queremos?
Estas dos preguntas desencadenaron todo el proceso pedagógico del MST, tanto en la metodología como en los contenidos. Las experiencias educativas que venían siendo desarrolladas de manera desintegrada pasaron a ser punto de referencia en las reflexiones para la elaboración de la actual propuesta pedagógica, la cual, empezó a tener más consistencia a partir de la tercera fase de organización del Movimiento (1989-1994).
Otra bandera de la lucha levantada por el MST fue la de defender la educación como un derecho de todos, intentando garantizar la escolarización desde la educación infantil hasta la universidad.
La propuesta de educación del MST en cuanto a movimiento social se basa en unos principios filosóficos y pedagógicos generados a través de las reflexiones realizadas sobre su práctica político-pedagógica.
Podríamos resumir los principios filosóficos de la educación en el MST del siguiente modo (del Boletín de Educación del MST; Enero 1997):
Educación para la transformación social: Según el principio “nada de lo que es humano me puede ser extraño”, los alumnos se forman para ser capaces de protagonizar las transformaciones de la realidad. La propia acción, la práctica, tiene también dimensión educativa (educación para la acción). Una educación abierta al mundo y a lo nuevo.
Educación para el trabajo y para la cooperación: Que las familias se unan para solucionar sus problemas y trabajar para que en el campo haya futuro.
Educación orientada hacia las múltiples dimensiones de la persona humana: Educación de carácter integral: formación política, organizativa, técnico-profesional, cultural y estética, afectiva, religiosa, etc.
Educación con/para valores humanistas y socialistas: Crear al hombre y a la mujer nuevos, rompiendo los valores dominantes centrados en el lucro y en el individualismo. Fomentar valores como el compañerismo y la solidaridad,, el sentimiento de indignación ante las injusticias, la fuerza y la dureza necesaria en la militancia política mezclada con la ternura y el respeto en las relaciones interpersonales.
Hay un ingrediente, al mismo tiempo tan sincero y tan decisivo que, sin él, no es posible realizar estos principios, esta educación: es el AMOR.
Equipo de la Escuela de Educadores y Familias Iqbal Masih
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