Presentamos la propuesta pedagógica que hay detrás de las Marchas contra las causas del Hambre protagonizadas por el Movimiento Nacional de los chicos del Pueblo en Argentina. En un momento en el que muchos educadores circunscriben su tarea educativa única y exclusivamente al campo de juego que el Estado les delimita en la Escuela Formal, resulta muy importante compartir experiencias que desde la vida y la lucha solidaria por la Justicia, se convierten en la mejor de las Escuelas.
Ejes y dimensiones PEDAGÓGICAS sobre los cuales trabajamos los CHICOS DEL PUEBLO:
EJE COGNITIVO:
APRENDER CON ALEGRÍA...CON ENERGÍA...CON LA POTENCIA CREATIVA DE LO COGNITIVO Y LO EMOCIONAL...
EJE ACTITUDINAL
NADIE SE SALVA SOLO. PODEMOS MÁS SI NOS JUNTAMOS CON OTROS.
CAMBIAR ES POSIBLE SI LOGRAMOS UNIRNOS.
NADIE PUEDE CRECER SOBRE EL HAMBRE DEL OTRO.
Las dimensiones que presentamos pueden tener el punto de partida desde donde quieran asumir el compromiso con la marcha:
Dimensión ética: como “el ejercicio de la capacidad que tiene la persona de buscar efectivamente caminos de realización personal”. Considerando aquellas concepciones de fondo, principios y valores que orientan a personas y sociedades.
Dimensión espiritual: como “el ejercicio de la capacidad de búsqueda de sentidos”: sentido de la propia vida, sentido de la existencia, sentido del quehacer, sentido de las propias opciones, sentido de lo que le toca vivir y asumir lo que puede cambiar en la historia.
Dimensión psico-cognitiva: como “el ejercicio de la capacidad del ser humano de comprender y conocer la realidad como tal y de conocerse a sí mismo en ella”.
Dimensión psico-afectiva: como “el ejercicio de la capacidad humana de vivir la vida apasionadamente, de no ser indiferente ante lo que le pasa”, que es todo lo que le hace mirar el pasado, el presente y el futuro con interés
Dimensión relacional: como “el ejercicio de la capacidad que tenemos de encuentro”: encuentro esencialmente con “otro”, pero también encuentro con colectivos humanos, y encuentro con otros seres.
Dimensión ideológica, (siguiendo la terminología planteada en el libro França-Galdona[1]), entendiéndola como el “ejercicio de la capacidad que tiene el ser humano de explicar la realidad”, es decir, de comprenderla, de ubicarse en ella, de actuar en ella y, de algún modo, de justificar su funcionamiento.
Los marchantes:
Quienes formamos la caravana somos niños y educadores que convivimos a diario y hemos hecho un proceso de aceptarnos, querernos y elegirnos mutuamente para trabajar juntos y diseñar un proyecto de vida que nos conecta con otros y que supera el hallazgo individual.
Al elegirnos, creemos unos en los otros y nos trazamos los mismos objetivos.
El mundo, así como está, no nos convoca a estar solos, por eso estamos juntos, porque compartimos una misma historia.
Para quienes se preguntan por qué los niños marchan, la respuesta la encontrarán en su propia historia en la que, habiendo sufrido en carne propia la exclusión, pudieron asumir un rol protagónico de su vida junto con otros y partiendo de esa certeza es que creen que es posible construir un país para todos.
Por eso los educadores que hemos hecho junto con ellos ese proceso hemos aprendido de ellos a reconocerlos como sujetos políticos con potencialidad transformadora de su propia historia y la de los otros, cambiando su condición de actores de un derrotero determinado por circunstancias y deseos ajenos a su voluntad, para volver a pararse sobre sus pies, entregándoles la posibilidad de elegir ése que quieren y pueden ser.
Los valores que nos unen:
Todos los chicos son nuestros hijos
Los niños son de todos, si comen o no comen, si van a la escuela o la abandonan, si lloran más de lo que ríen. Es deber moral y político de toda la sociedad modificar este estado de cosas. La Argentina tiene hoy la responsabilidad moral, cultural y política de dar a cada niño una vida que merezca ser vivida.
No hay salidas individuales felices sólo hay salidas colectivas felices
El desafío colectivo entre educadores y chicos debe brotar de las prácticas desarrolladas en la vida cotidiana. El reto permanente es quebrar la cultura individualista en la que estamos inmersos, a través de nuevas relaciones de trabajo, de división de tareas, de nuevas formas de pensar el bienestar conjunto.
No se crece en base al hambre del otro
No existe desarrollo económico separado de las necesidades humanas. El verdadero crecimiento de una sociedad es el bienestar de todos sus habitantes.
Todos nacemos iguales
La igualdad de oportunidades la tenemos cuando nacemos, lo que nos iguala a todos es la inteligencia humana. Y ella se desarrolla si los medios materiales de existencia son de acceso para todos, entonces el niño accederá a un pensamiento superior si el medio lo provee de los insumos necesarios, de solidaridad, de amor, de ternura.
El hombre se vuelve humano, en condiciones humanas, entramado existencial necesario para que los hombres sintamos en la piel la sacralidad de la vida, a los prójimos como propios, sin importar cuán diferente pueda ser el semejante: en sus ideas, en su color, en sus deseos. Sin importar a qué sexo pertenezca, ni cuánta edad, ni cuánto patrimonio, ni en qué lugar habita.
Detrás de cada padre desocupado hay un niño a la intemperie
La falta de trabajo es la causa madre de la destrucción familiar, expropiándole el derecho de criar a sus hijos. El trabajo dignifica a los padres y a los hijos porque permite tener infancia y soñar un futuro.
¿Por que la marcha es un evento pedagógico?
Hablar de estas cosas no es una novedad pero sí es una urgencia, es una osadía que interpela a nuestro quehacer y a las prácticas de nuestras comunidades. Es también ensanchar la mirada para rozar con los propios ojos las historias inéditas que van apareciendo en cada pueblo, las historias que brotan de las caminatas y las compartidas. Esas que se vuelven elocuentes y que sostienen la búsqueda y la construcción de un mundo mejor.
Los chicos van aprendiendo cómo y cuánto tiene que ver lo que pasa con sus vidas, con las postergaciones y los abandonos. Aparecen rostros que les son semejantes y pueden palpar a fondo las ventajas de ser comunidad, de hacerse junto a otros, de crecer buscando de la mano de adultos que no son dueños sino responsables. Pueden vivenciar a fondo el sentido de pertenencia a un territorio, a un pueblo.
Leyendo el mundo se atravesará la geografía mesopotámica viniendo hasta Buenos Aires, y toda vez que puedan y encuentren espacio para escribirlo con las propias palabras, se estará educando esa esperanza tan necesaria para creer en un mañana posible.
Los chicos pueden abrirse de lo pequeño a lo grande, con la claridad que aparece cuando advierten que el mundo no empieza y termina en donde viven, que el hambre no es una desgracia que les tocó cayendo del cielo (destino de pobre) sino que no se reparte lo que hay para todos. Ellos ya viven la experiencia de comer muchos del mismo pan, tienen para compartir este camino hecho y han creado un vínculo entre el drama vivido y el sueño de algo que ya se ha comenzado a gestar.
No es solo un tiempo de espera porque lo signos que la realidad dispara son de una inenarrable ausencia y un profundo silencio, y lo que conocen hoy es el presente que los prepara y de algún modo los anticipa: significa que algo todavía no está listo, que todavía no es realidad.
Toda vez que pasen y vean en Santa Fe los campos de trigo seguramente surgirá la pregunta: ¿cómo es que mueren tantos por hambre de pan?
Y cuando vean que muchos campos de trigo son ahora campos de soja, surgirán otras cuestiones que les hablarán de lo poco que se cuida la tierra al producir mono cultivos y cómo la fotosíntesis es otra, y otros los intercambios ecológicos.
Esa pedagogía que va generando apropiación del contexto y lo que resulta de él, no se hace “para los chicos”, se va haciendo “con los chicos”. Allí es donde aparece con intencionalidad un hacer y un decir crítico que no “come libros” ni repite todo lo que dicen, sino que cuestionan y hay que abrirles paso a la curiosidad.
Ha pasado de recorrer lugares y comparar con manuales en uso donde figuran rutas que ya no se circulan, o cuestiones que no figuran como por ejemplo, que hay que pagar para ver las Cataratas, incluso, que hay niños misioneros que no las conocen.
La diferencia que hay con la flora, la fauna y los climas, según lo que encuentran en los libros y lo que pueden palpar o les cuentan en cada lugar. ¿Por qué los pájaros típicos de un lugar han emigrado? ¿Por qué la gente también emigra y dónde se va?
Y en toda la diversidad geográfica y cultural de las provincias por donde pasa la marcha, como también en las que no pasa la marcha: un mismo tema que nos atraviesa a todos: El Hambre en un país hecho de pan: ¿qué explicaciones podemos dar a algo tan absurdo? Los bienes disponibles y su distribución, un modelo económico que omite generar lo humano.
Poder comparar, diferenciar, seleccionar información, organizarla, va dándoles la idea de la dinámica que marca el rumbo de la historia de los pueblos, acompañar en esos asombros tratando de hallar juntos las respuestas de los “por qué” en ese preciso momento, es altamente favorable para el logro de una apropiación de conceptos significativos, ya que venimos aprendiendo en la escuela que no hay nada para agregar, que se ha dicho todo lo importante.
Los educadores nos sentimos interpelados, el camino se hace aún más desafiante, nos damos cuenta que cada vez es más difícil comprender el mundo. Lo que percibimos nos exige un oído más sutil y un tacto más sensible, además de una mirada más intensa.
PONGÁMONOS EN LA TAREA DE DISEÑAR JUNTOS SITUACIONES PROBLEMATIZADORAS QUE SE CONVIERTAN EN UN RETO COGNITIVO... EN UN DESAFÍO AL PENSAMIENTO, QUE GENEREN PLACER EN LA TAREA GRUPAL E INDIVIDUAL... Y EVALUEMOS Y AUTOEVALUÉMONOS, PARA OBSERVAR QUÉ SUCEDE EN ESAS CIRCUNSTANCIAS.
[1] Como otra referencia: “Ideología: conjunto de ideas, conceptos, mitos, etc., que ordenados más o menos sistemáticamente, representan una cierta interpretación de la realidad histórico-social y constituyen una orientación para la acción práctica en el seno de ella”. (Tomado del Diccionario Enciclopédico Salvat).
No hay comentarios:
Publicar un comentario