Una amiga joven nos regala este hermoso texto sobre el miedo a arriesgarnos del que os queremos hacer partícipes. Os invitamos con ello a inaugurar una nueva sección que pueda recoger vuestras reflexiones sobre los temas que preocupan a los educadores y a la juventud. Enviárnoslos a la siguiente dirección de correo electrónico: manuelaraus@gmail.com
"¿No será que aquello a lo que llamamos arriesgarnos es, en el fondo, nuestra felicidad temida? Reírse es arriesgarse a parecer tonto. Llorar es arriesgarse a parecer sentimental. Alargar el brazo para coger a otro es arriesgarse a implicarse. Mostrar lo sentimiento propios es arriesgarse a mostrase uno mismo. Exponer tus ideas o sueños ante una multitud es arriesgarte a perderlos. Amar es arriesgarse a no ser correspondido. Vivir es arriesgarse a morir. Tener esperanzar es arriesgarse a perderlas. Pero se tiene que correr riesgos. Porque el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada. Si no haces nada, si no arriesgas nada, tu existencia se oscurece. Es probable que de este modo evites sufrimientos, pero no vas a aprender, a sentir, a cambiar, a amar ni a vivir. Encadenado a una actitud de miedo, uno se convierte en esclavo… y pierde su libertad. Solo eres libre si te arriesgas."
Autora del texto: Laura (Miembro de Camino Juvenil Solidario)
No hay comentarios:
Publicar un comentario