Técnicas de estudio eficaces. Una evaluación de lo que realmente nos vale a la hora de estudiar. Un artículo útil para evaluar las propias técnicas de estudio y las que están usando nuestros alumnos o estudiantes.
Durante nuestra vida estudiantil podemos usar miles de técnicas de estudio, y además cada persona tendrá las suyas, combinadas de mil formas diferentes más. Hay quien subraya de un solo color o de muchos diferentes, otros que usan post-its, otros que se hacen tarjetas de estudio, otros que copian y vuelven a copiar el temario hasta que se lo aprenden, o el típico método de leer y releer hasta que te lo aprendes (yo uso este último, creo que por vagueza más que nada).
Pero, ¿sabemos realmente si nuestros métodos de estudio son los mejores? ¿sabemos que son los más productivos o simplemente seguimos usando el mismo método por costumbre?
Resulta que si que han detectado cuales son los métodos de estudio más eficaces, gracias a una investigación llevada a cabo por los investigadores de la Universidad Estatal de Kent, dirigidos por John Dunlosky.
En dicha investigación se estudiaron hasta 10 técnicas de estudio diferentes, las más comunes, y las examinaron para detectar cuál era realmente efectiva, y cuál no.
Son las siguientes:
Interrogatorio elaborado: Explicación de porqué un hecho o concepto es verdadero.
Auto-explicación: Explicación de cómo se relaciona la nueva información estudiada con la información conocida anteriormente, o la explicación de los pasos tomados para la resolución de problemas.
Resumir: Elaborar resúmenes de textos para aprenderlos mejor.
Destacar / Subrayar: Marcar partes potencialmente importantes que han de ser aprendidas.
Mnemotécnicas: Uso de palabras clave e imágenes mentales para asociar conceptos.
Imágenes para textos: Tratar de formar imágenes mentales del texto mediante lectura o escucha.
Releer: Leer y volver a leer una y otra vez (esta es mi favorita).
Practicar con exámenes: Usar exámenes de la asignatura en particular y practicar con ellos.
Distribución del estudio: Preparar un examen con mucho tiempo y de forma programada (cosa que a veces es imposible, o simplemente somos demasiado vagos para ello).
Intercalar estudios: Distribuir, dentro de nuestras horas de estudio, diferentes tipos de asignaturas (en la misma sesión, es decir, si vamos a estar 4 horas seguidas, estudiar 4 asignaturas distintas por ejemplo).
Pues bien, ¿cuáles de estas técnicas creéis que fueron las ganadoras por su eficacia?
Una de ellas fue la de distribuir el estudio en el tiempo, y la otra, practicar con exámenes de la asignatura que estemos estudiando. Todas las demás fueron desechadas, haciendo hincapié en las peores, donde entran las técnicas de “releer”, “subrayar” y “hacer resúmenes”.
Si, creo que la mayoría hemos basado nuestros grandes métodos de estudio en cosas poco o nada eficaces. Así lo expresa Dunlosky:
“Me sorprendió que algunas de las estrategias que los estudiantes utilizan mucho -, como leer y subrayar – parece proporcionar beneficios mínimos en su aprendizaje y desempeño.
Con tan solo reemplazar estas técnicas con la buena distribución del estudio, los estudiantes se benefician”.
Por otro lado hay técnicas que, aunque no han destacado por ser las mejores, si que han recibido críticas positivas, como son las mnemotécnicas (para conceptos clave específicos, pero no para todo tipo de estudios ni mucho menos), el estudio intercalado, el interrogatorio elaborado o la autoexplicación.
Así que ya sabéis, aunque hasta el 65% de los estudiantes confiesa usar la técnica de “releer”, esto no quiere decir que sea eficaz. Lo más eficaz sería distribuir nuestro estudio en el tiempo, por muy complicado que sea y por mucha voluntad que debamos ponerle al asunto.
Alejandro Miralles
Redacción
Leer más:
No hay comentarios:
Publicar un comentario