El pasado fin de semana (26-27 Marzo 2011), se celebró en la Casa Emaús de Torremocha del Jarama el Curso "Educar Compromete" organizado por la Escuela de Educadores y Familias Iqbal Masih.
Los educadores estamos todo el día enredados en "responder" ante lo que pide la administración, ante lo que pide el programa de estudios que no hemos hecho, ante lo que impone el libro que no hemos diseñado nosotros, ante lo que urge en el plan de estudios de "mi asignatura", ante lo que demandan los padres en el nombre de la "competencia", ante lo que consideramos en cada momento "interesante" para aumentar nuestro curriculum... Y ésto, aunque no responda a ningún interés o necesidad real que nazca de los propios "educandos".
Revisamos la situación de los jóvenes actuales, las agresiones de las que son víctimas, las instancias desde dónde se decide en qué debe consistir su "libertad" y su "felicidad". Revisamos la familia que "muchos ya no tienen de hecho",es decir, revisamos su orfandad, su soledad radical; revisamos la Escuela con la que no se sienten identificados y en la que muchos acaban "fracasando" (¿no será la Escuela la que fracasa?); revisamos los "espacios" que llaman propios- sus ambientes- perfecta y sistemáticamente diseñados por "otros"; y revisamos el incierto horizonte que les abre "el espacio virtual" en su educación cuando se ha desprestigiado toda autoridad que no sean las del "amable y acogedor mercado neocapitalista". Y lo hicimos poniendo el cuerpo, nuestro cuerpo, y no sólo la cabeza. Y lo hicimos conscientes de la urgencia de cambiar nuestra propia mirada sobre la Educación y los Educadores. Ciertamente, educar compromete siempre y nos compromete íntegramente.
¡NO hay educación neutral!. La inconsciencia sobre a quiénes prestamos nuestros servicios y para qué finalidad, no nos exime de responsabilidad. El que no se pone de parte de los más débiles, se sitúa inmediatamente del lado de los poderosos. Y si no es posible una Educación Neutral, tampoco lo es una escuela neutral, un educador neutral. Ningún "espacio" ni "tiempo" se debe escapar a esta mirada crítica sobre la realidad. Es necesario superar nuestra indiferencia desesperada, nuestra indignación pasiva, nuestro conformismo crítico, nuestro heroico individualismo impotente.
Si de verdad nos importa educar para la solidaridad: ¿Qué tiempo voy a dedicar a "educarme junto a otros", a comprender la realidad que me rodea, a comprender la historia que me toca vivir? La respuesta es con frecuencia que "no tenemos tiempo para esto". Porque nos hemos acostumbrado a andar de cabeza en dar respuestas a preguntas que no hemos hecho con cabeza propia. Los educadores estamos todo el día enredados en "responder" ante lo que pide la administración, ante lo que pide el programa que no hemos hecho, ante lo que impone el libro que no hemos diseñado nosotros, ante lo que demanda el plan de estudios de "mi asignatura", ante lo que demandan los padres en el nombre de la "competencia", ante lo que consideramos en cada momento interesante para mejorar nuestro curriculum... Y ésto, aunque no responda a ningún interés o necesidad real que nazca de los propios "educandos".
Todos los educadores algo "conscientes" hemos aireado esa frase de P.Freire que nos invita a educarnos juntos: " Nadie educa a nadie. Nadie se educa solo. Nos educamos juntos" (Otros dicen aquello de "educa la tribu"). Pero le hemos cortado la frase a Freire. La frase termina diciendo: EN MEDIO DE LA HISTORIA. En medio de la realidad. Esa es la pregunta que normalmente nuestro tiempo ocupado y estresante nos impide hacernos. Nace de FUERA DE NOSOTROS. Nace más allá de nuestra subjetividad. Nace en la verdad de la historia y de la vida. De la vida de los más, de la vida de todos los empobrecidos de la Tierra, de los hambrientos, de los desposeídos, de los explotados, de los esclavos, de los alienados,...Y , desde ahí se nos invita, se nos PROVOCA, a SER RESPUESTA,... poniendo en juego - ahora sí- toda nuestra capacidad, nuestra voluntad, nuestro SER entero, nuestra creatividad. ¡NO SÓLO LA PARTE DE NOSOTROS QUE LE INTERESE CULTIVAR AL ESTADO o al sistema económico! Respondía D. Milani- el incómodo cura de la Escuela de Barbiana- ante la pregunta de los "educadores": "Con frecuencia me preguntan qué tengo que hacer para dar esta Escuela (la que veían en Barbiana). Equivocan la pregunta. La pregunta es CÓMO TENGO QUE SER para poder darla". VOCACIÓN es ser respuesta. Vocación es ser revolución.
Continuamos el periplo de nuestras reflexiones. Y nos detenemos a tener presentes a aquellos que son para nosotros luz en esta corriente de pedagogía liberadora, en aquellos que son huellas, testimonio, experiencia y esperanza. Y descubrimos que Educar es aprender a Amar. Que educar es combatir, luchar, ... Que luchar, combatir por un mundo más justo es educar. Que educar es encarnarse, vivir la vida de los otros, compartir sus sueños, sus angustias, sus anhelos, sus luchas,... Que educar es promoción y nunca asistencialismo. Que nadie educa sólo. Que educar es educarnos. Que educar nos compromete INTEGRALMENTE, PERSONALMENTE, COLECTIVAMENTE. Pasamos ante nosotros a grandes educadores conocidos y anónimos del pasado y del presente. Del continente propio y de los continentes hermanos. Y en todos: PROTAGONISMO sin dependencias del poder, análisis crítico de la realidad, lucha dura y esperanzada, VIDA SOLIDARIA. Nos educamos juntos para descubrirnos lo que SOMOS. Y somos SOLIDARIDAD. Y nuestro ser recibe la máxima plenitud de alegría y felicidad cuando se embarca en la aventura de colaborar por la existencia, en lugar de luchar por la existencia.
Y como EDUCAR COMPROMETE sería un sinsentido que saliéramos de este curso sin compromiso. Un compromiso personal, que nos haga conscientes de que como educadores estamos continuamente pisando "lugares sagrados", espacios en dónde a diario se juega la posibilidad de perder o recuperar la dignidad. Un compromiso de acción, que muestre que educar rebasa los muros del "campo de juego" que han marcado los que tienen el poder. Un compromiso de formación, que nos arraigue en la realidad, en la historia, en la esperanza, en las razones para seguir apasionados por educar.
Por Manuel Araus. Responsable de la Escuela de Educadores y Familias Iqbal Masih.
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